Mujer: Descubre y explora tu mapa del placer sexual, sí existe y muy pocas lo conocen

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Siendo honestas, la mayoría de nosotras le ha echado la culpa de su sexualidad defectuosa a sus parejas. La realidad es un poco distinta (sin defender a los amantes que aun sabiendo lo que le gusta a su compañera, no hacen el menor esfuerzo por complacerla en la cama), en muchísimas ocasiones es el desconocimiento de nuestro cuerpo lo que nos impide disfrutar a plenitud de nuestra propia sexualidad.
Pero si no sabemos qué nos gusta sexualmente, ¿cómo pretendemos que otro lo sepa? Aquí una guía básica para apropiarnos, de una vez por todas, de nuestro placer sexual. Te ayudamos a descrubrir y explorar tu mapa del placer sexual.
¿Por qué no estamos teniendo orgasmos?
El orgasmo es casi, casi el Pegaso de la sexualidad. Los estudios científicos se esfuerzan en establecer cómo, por qué y cuántas veces se produce, pero el susodicho es tan complejo como cada una de las mujeres que hay en el planeta. Las razones por las que no llegamos al orgasmo son bastante variadas.
1. Estás aprendiendo
Alcanzar un orgasmo no es tan fácil como espichar el “botoncito del clítoris”, es todo un proceso que implica conocimiento. Hay muchas mujeres, sexualmente activas, que nunca han tenido un orgasmo en su vida. Lo que es importante es estar interesada en alcanzar el éxtasis sexual y comenzar el autoconocimiento.
2. Sufres de anorgasmia
Ojo, la anorgasmia no es lo mismo que la frigidez y es un problema mucho más común de lo que podríamos pensar. Las mujeres anorgásmicas, a diferencia de lo que pasa con las frígidas, gozan plenamente de su sexualidad y sienten placer, pero no logran alcanzar el orgasmo. El 10% de las mujeres sexualmente activas sufren de anorgasmia. Las razones que pueden llevar a esta condición son psicológicas, sociológicas o físicas.
3. No estás “precalentando”
Nuestro placer no tiene un modo “on” y otro “off”, alcanzarlo requiere tomarse el tiempo para “calentones”. El juego previo, la masturbación, las caricias, los besos y el sexo oral son parte fundamental del proceso para alcanzar el éxtasis sexual. Recordemos que el 75% de las mujeres necesita estimulación en el clítoris para alcanzar un orgasmo. Obviamente tiene que ser estimulación de la que le gusta a cada una.
4. Estás recuperándote de un trauma.
De acuerdo con datos de la organización RAINN ( Rape, Abuse & Incest National Network) nueve de cada diez víctimas de abuso sexual en Estados Unidos es una mujer. Recuperarse de un trauma sexual requiere tiempo, tratamiento, paciencia y mucho comprensión. Después de una experiencia traumática es normal que la víctima se cierre a la sexualidad.
5. La preocupación te invade
Pensar en la falta de dinero, las tareas de los niños, el par de libras que aumentamos durante el invierno o incluso obsesionarse con la necesidad de lograr el éxtasis sexual son todos elementos que nos generan estrés e impiden que dejemos fluir nuestra sexualidad libremente.
6. La relación está fatal
A ti y a tu pareja los envuelve la monotonía; no tienen buena comunicación; hay maltrato; llevan demasiado tiempo juntos y sienten que ya han explorado todas sus opciones sexuales. Sea cual sea el motivo hay algo que no funciona entre los dos.
7. Estás tomando medicamentos
Cites antidepresivos, métodos de planificación familiar y otros medicamentos tienen el desastroso efecto secundario de afectar o anular por completo el deseo sexual.
¿Cómo podemos conectarnos con nuestro propio mapa del placer?
Con todo y lo deliciosos que son los orgasmos, tenerlos no es la única forma de tener una sexualidad plena. Sentir placer, sí. Conectarnos realmente con las sensaciones, movimientos y situaciones que nos generan éxtasis implica explorar lo que nos gusta y lo que no, conocernos y consentirnos a nosotras mismas.
1. Repite conmigo: relajación, relajación…
Si estás estrenada pensando que tu vida sexual es un desastre ya empezamos mal. El sexo es un acto placentero, íntimo y divertido, volverlo una tarea con un objetivo le quita todo el gusto. Deja de pensar tanto y permítete explorar y disfrutar.
2. Conócete
Aquí no importa si estás soltera o llevas 25 años de matrimonio, jamás es tarde para conocer a ti misma. Busca un espacio privado para comenzar a explorar tu cuerpo, tú solita. Acaríciate, tócate, intenta con distintos ritmos e intensidades. Ensaya diferentes posturas y lugares. Explora cada rinconcito de tu cuerpo y ve tomando nota mental de lo que se siente bien (y lo que no).
3. Calla las voces
En tu cabeza seguramente andan circulando voces que no son la tuya. No hablo de que estés loca, sino de las posturas frente al sexo que te han inculcado tu familia, la religión, algún desastre precio de relación o hasta las experiencias de tus amigas. Dile a la voz de tu abuelita que no tiene nada que opinar en tu manejo de la sexualidad y comienza a escuchar tu ropa voz.
4. Invierte en un buen juguete sexual
Los juguetes sexuales son un excelente complemento de una vida sexual placentera. Hay que superar la idea de que un consolador es algo que compran “esas mujeres”, las libertinas o que va a reemplazar a la pareja. Ni lo uno, ni lo otro, tener un buen juguete sexual es un regalo que nos hacemos a nosotras mismas y para nuestra pareja.
5. Habla con tu pareja
Una vez has descubierto lo que te gusta y no sexualmente, busca la forma verbal o no verbal de comunicárselo a tu pareja. Asumir que la persona que tenemos al lado puede leer mentes es un error fatal que se paga, la mayoría de las veces, con el resentimiento y una sexualidad reprimida. No esperes que el otro lo sepa todo de ti, ¡muéstraselo!
6. Busca ayuda
Si el asunto va más allá de la falta de exploración propia, y tiene que ver con algún desbalance médico o psicológico, busca ayuda. Un terapeuta, médico o sexologo te pueden ayudar a navegar lo que sea que se está interponiendo entre ti y una sexualidad plena.
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