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No hay falta de pasión, simplemente ya no son los mismos

Todo el tiempo estamos cambiando, una sensación puede hacernos sentir distintos de un momento a otro. Y nuestros cambios se ven todo el tiempo reflejados en nuestra pareja. Si nosotros ya no somos los mismos, nuestra relación tampoco lo será. Por eso muchas veces notamos que ya no hacemos ni sentimos lo mismo, pero eso no es falta de pasión. El amor pudo haber mutado y, por qué no, a algo más especial.

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No están teniendo sexo frecuentemente

Si tu vida sexual comienza a disminuir, ¡no te preocupes! El deseo sexual no tiene por qué estar siempre presente con la misma intensidad, a veces puede verse disminuido por varios motivos. Pero eso no significa falta de amor, ni de pasión. La relación de pareja atraviesa por distintas etapas y eso es normal.

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No tienen conversaciones emocionantes

Las películas románticas en donde 2 enamorados tienen diálogos fascinantes y atrapantes nos ha hecho creer en que allí hay pura pasión y amor verdadero. No tener conversaciones profundas y trascendentales no significa que no haya pasión. Para algunos un gran silencio puede significarlo todo.

Están enfocados en los hijos

Cuando aparecen los hijos, la atención está en ellos. Y eso hace que muchas veces se deje de hacer todo lo que se hacía en pareja. Con la llegada de los hijos puede verse disminuida la falta de pasión, pero con el tiempo eso puede cambiar.

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Notas todos sus defectos

Una vez que sales del modo «fantasía y perfección» verás realmente a la persona que tienes frente, con todos sus defectos y virtudes. Cuando pasas la primera etapa de enamoramiento, a veces puedes sentir que la pasión ya no es la misma. Pero puede ser algo bueno, ahora ya no vives en un mundo de fantasía.

No hay que temerle a los cambios, ni personales ni de pareja. Siempre que aparecen nos están indicando algo muy importante: estamos creciendo y aprendiendo. ¿Y qué mejor que eso?