El 13 de abril se celebra el Día internacional del Beso, un gesto que ha estado en nuestras vidas desde siempre, pero del que cuyo origen se sabe muy poco.
La filosofía del besar en 6 culturas distintas

Al fin y al cabo, a nadie le importa mucho de dónde viene esta costumbre tan íntima y agradable, pero no está de más conocer ciertos aspectos sobre cómo es percibido el besar en otras culturas. Aunque no lo creas, hay quienes no practican el contacto con los labios, como por ejemplo, la etnia Sironó de Bolivia.
A continuación te mostraremos una lista de países que tienen su propia percepción sobre esta expresión, que va más allá de un “ayudante para la excitación sexual”.
1. India, no tan liberales como se piensa

Muchos consideran a este país la cuna del erotismo, gracias al Kamasutra, pero lo que pocos saben es que se cree que de allí viene el beso romántico. El antropólogo Vaughn Bryant señala que en ese país cuentan con escrituras antiguas que la gente se contemplaba a través del sentido del gusto, y que más adelante se describe a los amantes del “ajuste de boca en boca”. Sostiene que el beso se pudo extender a Occidente en la era de Alejandro Magno después de su invasión a India en el año 326 AC, costumbre que se llevó a Europa.
Por mucha libertad sexual que hay en India, el beso es algo que se considera privado y exclusivo de las habitaciones. En algunas zonas, besarse en público en penado por la ley.
2. Italia y Grecia, el beso como sello

Si en estos países no se inventó el beso, se perfeccionó. La expresión es tan común desde siempre, que era practicada no solo en el contexto romántico, sino también en el legal. En la época de mayor analfabetismo, en Roma se firmaban los documentos con una X y luego tenían que besarse para darles validez. Al igual que el ejército de Alejandro, los romanos llevaron su costumbre a lo largo y ancho del imperio, llevando esta acción a otras culturas.
En la actualidad muchos besan sus tarjetas de San Valentín sin saber que es un acto tan antiguo.
3. Francia, sin palabras para la pasión de los besos

Si vamos a hablar de besos, el francés es el más popular de todos. El apasionado con lengua duró muchos años sin un nombre, es decir, los franceses no sabían cómo expresar lo que hacían al besarse, aunque claro, esto no impidió que lo siguieran practicando. Antes utilizaban el término coloquial Galocher.
Se cree que la práctica llegó a este lado del mundo gracias a los soldados estadounidenses y los británicos que la conocieron durante la Segunda Guerra Mundial.
4. Nueva Zelanda, el beso sin labios

En algunas culturas, la intimidad del beso no necesariamente está ligada a los labios, de hecho, en algunos sitios usan otras partes del cuerpo como sustitutos. Los esquimales de Nueva Zelanda hacen el Hongi, un contacto nariz con nariz que simboliza el intercambio del “aliento de vida”. Esto también lo pueden hacer con las mejillas.
5. Tailandia, más restrictivos de lo que se piensa

El antropólogo Paul d'Enjoy sostiene que en 1897 besarse era totalmente inaceptable, incluso era considerado una abominación y hasta un acto de canibalismo. Hoy no es común ver que personas se besen en público, lo más cercano a el gesto que vemos con tanta normalidad en Occidente, es el contacto de la boca a la mejilla de alguien, eso sí, quien bese debe tener los labios cerrados fuertemente hacia el interior de la boca.
6. Japón: más abiertos a los besos

En Japón, en los años 30 besarse en público en las calles era todo un escándalo, pues esta actividad era reservada solo para dentro del hogar o sitio privado. Cuando llegaron los soldados estadounidenses a esas tierras, notaron que el contacto de los labios era inexistente. Pero las cosas han cambiado y al abrirse a la cultura occidental, en Japón ya es más cotidiano ver a parejas jóvenes expresar su cariño de esta forma en público, de hecho, ya lo llaman Kisu (inspirados en el Kiss you anglosajón), pues antes los besos no tenían nombre.
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