Conoces a una nueva persona, sólo han salido en plan romántico un par de veces, ¡pero ya no puedes dejar de pensar en su sonrisa! El inicio de una nueva relación siempre es emocionante. Quieres conocer todo acerca de él o ella y que te acompañe a todos lados. Amas recibir mensajes suyos y podrían hablar por teléfono hasta que salga el sol.
Este es el número de veces que deberías ver a tu pareja para que lo suyo sea indestructible
Por:Lilian Pérez
En ese momento es común que nos preguntemos: «¿Estaré insistiendo más de lo que debería?». Es una pregunta válida que, de hecho, te hará ver este nuevo lazo en retrospectiva y tomar mejores decisiones que ayuden a tener un noviazgo a largo plazo. Porque, en verdad, ¿cuánto es ver DEMASIADO a alguien?
Cada quien tiene parámetros diferentes para definir cuándo están a gusto y cuándo se sienten asfixiados. Pero existen algunas recomendaciones que funcionan en las relaciones en general. Una de ellas es la propuesta por el psiquiatra y autor Scott Carroll, quien sugiere que las personas que empiezan a salir deberían verse máximo dos veces a la semana.
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Scott Carroll explicó en Bravo TV que al principio de un romance es importante darnos tiempo de reconocer nuestros verdaderos y más profundos sentimientos. ¿Cómo te sientes?, ¿hay algo que te moleste, pero que temas admitir? Pasar varios días separados te permitirá ver más allá de la emoción y reconocer qué tanto deseas compartir un fragmento de tu vida con ese nuevo amor.
Que cada uno de los dos conserve su espacio personal es importante en cualquier relación, no importa que lleven juntos un par de semanas o un par de años. Por eso hasta la adicción a revisar tu WhatsApp puede perjudicar tu relación. Ya que tengan una relación establecida, podrán ponerse de acuerdo en qué tan seguido saldrán juntos (aquí te compartimos unos tips si tu trabajo te lo dificulta).
Verse todo el tiempo también tiene el potencial de generar otras cuestiones. «Este es un problema común en el que una persona se emociona demasiado con su nueva relación y se apresura, arruinando una relación perfectamente buena que tenía mucho potencial», explicó Scott Carroll. Como en la repostería: si intentas hornear un pastel demasiado rápido, se te quemará.
Tampoco te preocupes si se ven más de sólo dos veces. Recuerda que cada relación es diferente y el destino no está escrito en piedra. La clave está en conseguir un balance: no verse cada dos horas, pero tampoco sólo una vez al mes.
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