Por Marie Tere Molinet
Para fortalecer a nuestras niñas todos tenemos que ser parte de la batalla
Utilizar palabras como “fuerte”, “inteligente” y “líder” para describirlas en vez de “buena” o “bonita” es una de las formas de darle confianza a nuestras hijas. Una mamá nos comparte su experiencia de cómo hacer para que ellas se valoren y respeten, en especial, cuando las actitudes machistas prevalecen.


Tengo que aceptar que no me sorprendió para nada cuando escuché la última grabación donde Donald Trump habla despectivamente de las mujeres, como si fueran objetos que él podía poseer y dominar por su estatus social.
Hombres así todavía existen en nuestra cultura moderna. Tampoco es exclusivo de hombre de otra generación como Trump, esta actitud permea en muchos niños. Como profesora de yoga para niños, activista ayudando a mujeres y niñas crear confianza y seguridad en sí misma y como madre de dos niñas, esto me preocupa.
Mis hijas practican el arte marcial del Jiu Jitsu. Son las únicas dos niñas en la clase. Les encanta pelear contra varones y están aprendiendo estrategias de pelea que podrían algún día servirles para defenderse en una situación peligrosa.
Pero algunos de los varones en su clase no las veían como iguales. Se lo dijeron a ellas: “yo no peleo con niñas”, fue el comentario. Y hasta decidieron no estar cerca de ellas durante una clase, creando un división real y metafórica en el salón. Los instructores no permitieron que los niños se separaron de mis hijas. Le explicaron a los varones que era una falta de respeto y que ellas eran parte equitativa de la clase.
Mis hijas llegaron visiblemente frustradas a la casa. De alguna manera, se sintieron que ellas habían hecho algo mal simplemente por ser niñas aprendiendo a pelear y aún más donde ganaron la mayoría de las peleas de práctica.
Pero su padre y yo explicamos que el problema no era de ellas. Era de ellos, por sentirse inseguros. Les explicamos que los niños se sintieron amenazados por pensamientos erróneos que existen sobre el lugar de las niñas en la sociedad.
Ellas han continuado con sus clases, peleando exitosamente y la actitud de los niños ha cambiado. Con la ayuda de lo instructores se vieron forzados a cambiar su actitud sobre las dos niñas en su clase.
Igual que en el caso de mis hijas, es necesario que no solo la madre tome las riendas para contrarrestar las actitudes machistas. Fortalecer a nuestras niñas para darles confianza y seguridad es un deber de todos.
No solo es conversar con ellas dejándoles saber que son iguales a los hombre y que pueden hacer todo. También es necesario que todos frenemos las actitudes machistas cuando las identificamos. Incluso las que parecen insignificantes como las que vemos en los deportes de menores.
Estas micro-agresiones hacen que nos parezca normal algo que no lo es. Por eso la conversación no puede ser solo entre madres e hijas. Es una conversación a los que se tienen que unir los padres, hermanos, abuelos y educadores.
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Nuestras niñas deben saber que las figuras masculinas en su vida están de su lado; que son apoyadas y que ellos las ven como capaces, fuertes y sobretodo iguales a ellos. Mostrarles que su valor no viene de su belleza corporal, de lo que pueden hacer por un hombre o que necesitan un hombre para tener valor social.
Quizás no podemos hacer mucho contra personas como Donald Trump, pero sí podemos hacer dos cosas: Darle las herramientas a nuestra niñas para luchar exitosamente en el futuro contra personas como él mientras que evitamos y frenamos comentarios y actitudes machistas por parte de los varones.
Así ellas podrán defenderse de las actitudes machistas y rodearse de figuras masculinas que las enaltezcan y las valoren como iguales.
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Algunas estrategias para crear seguridad y confianza en nuestras niñas:
- Enfocarnos en sus habilidades y las cosas que con esfuerzos pueden lograr.
- Utilizar palabras como “fuerte”, “inteligente” y “líder” para describirlas en vez de “buena” o “bonita”.
- Apoyarlas en cualquier actividad o deporte que quieran hacer y no decir “eso es mas para niños”.
- Hablar sobre cuerpos saludables en vez de si están flacas o gordas.
- Si escuchan comentarios machistas dirigidos a ellas, no excusar a los varones diciendo “es que son así” o “es que le gustas”. Explicarles que estos comentarios no son aceptables y que el que los hace refleja una actitud de inseguridad y de inferioridad que no tiene que ver nada con ellas.









