Regenérate de pies a cabeza. ¡Hazlo ahora!

Por Stephanie Arouesty

Si viajaste a un lugar de mucho calor o bien de frío extremo, cambiaste drásticamente tu dieta, te desvelaste un poco más de la cuenta y en tu menú diario estaban incluidas algunas o varias copitas de vino… ¡felicidades!, pasaste con certeza unas vacaciones de lujo.

Ahora que estás de regreso a la realidad es importante darle un “reset” a tu piel, porque todos esos cambios que hiciste -aunque fueran por unos días- afectan el estado de la epidermis.

Elimina las impurezas

Es necesario que realices una exfoliación profunda corporal y cutánea. Esto, con el propósito de eliminar todas células muertas que se acumularon en las vacaciones, deshacerte de la opacidad que se llega a formar en ciertas áreas del cuerpo y finalmente para preparar la piel para absorber al 100% los beneficios de las cremas que aplicaras posteriormente.

Tip extra:

En la cara es recomendable aplicar un exfoliante de gránulos pequeños con las yemas de los dedos en movimientos circulares y no olvidar el área del cuello, ya que se puede ver una diferencia de tonalidades.

Para el cuerpo puedes hacer un exfoliante natural a base de azúcar moscabada y miel o puedes adquirir uno que sea de café para también combatir la celulitis. Aplica el producto con un guante de crin en la piel húmeda y pasa dos veces en el área de codos y rodillas.

Humecta al máximo

Una vez que tu piel esté profundamente limpia, aplica una mascarilla altamente concentrada en nutrientes y aceites esenciales que le ayude a regresar la hidratación que ésta perdió. Una vez que hayas aplicado la mascarillas, humedece unas toallas y mételas al horno de microondas por unos segundos, envuelve tus extremidades en ellas; esto aparte de ser relajante, maximiza los resultados. Déjala actuar entre 20 y 30 minutos y retira el exceso con agua tibia.

Tip extra:

Mientras esperas a que la mascarilla se seque, aprovecha para poner música relajante, tu mente en blanco, un poco de aromaterapia y emplea una mascarilla también en el pelo envuelta en una toalla calienta; asegúrate de no poner el producto en las puntas para evitar que se engrase.

Ilumina tu piel

Ya que hayas salido de la ducha con la piel limpia, continúa el proceso de hidratación al aplicar un aceite corporal y facial. Al ser de origen natural, éstos no solo protegen la piel, sino que penetran hasta sus capas más profundas para regenerarla por completo y ofrecerle magníficas propiedades antienvejecimiento y reafirmantes.

Tip extra:

Tu piel no es la única que resiente los estragos ocasionados por los cambios de alimentación y clima, tu pelo también se ve afectado al volverse opaco, seco e inclusive con orzuela. Aplica unas gotas (entre 3 y 5) de aceite para pelo en tu mano, frótalo hasta que este caliente y aplícalo solamente en las puntas del cabello. Notarás un cambio al instante.

Sella el tratamiento

Finalmente aplica crema de preferencia de manteca de karité en todo el cuerpo y en la cara comienza con tu rutina diaria; suero, crema hidratante y filtro solar. Por esta ocasión evita poner tónico porque limpiará el aceite que ya pusiste.

Tip extra:

Si sientes que tu cutis sigue estando muy seco aún después de haber seguido estos pasos, incorpora cada segundo día a tu rutina matutina una mascarilla que no necesite ser engajada. Después de una semana verás como tu piel recobra su PH natural.