No nos vengamos con mentiras, de una vez por todas hay que aceptarlo: hacer ejercicio realmente no es tan divertido, es más, puede llegar a ser lo más aburrido y monótono en toda tu rutina semanal, además de completamente obligado.
Beneficios del ejercicio, más allá del aspecto físico


Te levantas en la madrugada, hace frío y las cobijas se vuelven una agradable excusa para no moverte antes de que sea estrictamente necesario para alcanzar a llegar al trabajo desarreglada.
O al revés, llegas arrastrando los pies después de un largo día, pensando en lo mucho que detestas el tráfico de la ciudad y que un helicóptero no te lleve directo a la cama, y entonces te encuentras con tus intenciones de pasadas: en la silla del cuarto te espera la ropa deportiva que tenías organizada para una s esión de ejercicios, para quemar algo del postre que decidiste comerte o del antojo de media tarde que arruinó una semana de dieta.

El ejercicio cansa, duele, no es agradable; sudas, te despeinas, hueles feo, te pones roja y te acaloras, a veces hasta te falta el aire y mirarse en los espejos también puede ser decepcionante, nunca te ves tan atlética como quisieras. Ahí es cuando la mayoría desisten o desistimos, como bien me ocurría a mi también.
A no ser que encuentres una actividad que realmente te guste, el ejercicio será una forma de martirio rutinaria que incluyes en tu vida, por salud, por vanidad, por presión social, por mil y un razones.
Yo encontré la mejor solución, yo encontré algo que me hace feliz, me divierte y me entretiene; algo que me permite estar con energías y pensando con ganas y emoción en la próxima sesión de clase.

Yo hago deporte, sí y cuido de mi salud, pero no me subo a una caminadora, a una elíptica ni a una bicicleta estática, tampoco suelo hacer pesas en medio de un salón lleno de máquinas, ni cuento sesiones interminables de abdominales.
En mi caso, el ejercicio que me gusta se compone de baile y música alegre combinados en la disciplina creada por el caleño Beto Pérez y difundida por el mundo entero: Zumba®.
Pero más allá de lo que decidas hacer y que logre apasionarte como me apasiona a mí y me pone más “vitálica”, ¿por qué no te detienes a contemplar todos los beneficios que tiene el ejercicio más allá del componente físico y biológico inmediato que ya todos conocemos?.
Beneficios psicológicos del ejercicio

Investigaciones nos han brindado un profundo conocimiento sobre los beneficios físicos de ejercitarnos, pero entender las consecuencias psicológicas del deporte nunca dejarán de sorprendernos.
Esta ciencia nos permite determinar las calorías que quemamos, el oxígeno que consumimos y los músculos que trabajamos como resultado de una hora en la caminadora, pero ¿realmente entendemos acerca de los resultados psicológicos de las diferentes rutinas de ejercicio?, ¿qué sabemos en realidad sobre la forma en que el deporte alimenta nuestra personalidad?
Bienestar Psicológico
Cuando te ejercitas manejas unos altos niveles de bienestar (PWB: Psychological Well-Being) que te permiten sentir satisfacción con tus logros y circunstancias de vida, percibes una relativa ausencia de ansiedad y depresión, eres capaz de lidiar con el estrés del día a día y transmites altos niveles de autoestima.
Depresión Psicológica
Seguramente, como probablemente has podido darte cuenta desde tu experiencia personal, sentimientos comunes de aburrimiento se disipan durante y después de una buena sesión de deporte. La depresión se refiere al estado emocional caracterizado por tristeza y letargo. Varía en diferentes grados, como sentirse completamente sin motivación alguna, desespero y pensamientos suicidas.

¿Pero, puede el ejercicio ayudarnos? Sin duda la respuesta es afirmativa. De hecho, entre más severa es la depresión, más benéfico para la persona es ejercitarse. Aquellos que se encuentran en estados como este son tratados permanentemente con una combinación entre ejercicio y psicoterapia.
¿Hay algunas formas de ejercicio mejores que otras? En general, la respuesta es no. Yo diría que el factor crítico es el tiempo. Es decir, si te ejercitas con regularidad, podrás experimentar más beneficios.
Ansiedad
Una persona puede experimentar ansiedad momentánea o estar predispuesta a sentimientos ansiosos en una amplia variedad de situaciones. La ansiedad es generalmente representada por sentimientos de aprehensión y tensión.
Aunque existe controversia acerca del tipo de ejercicio que puede ser benéfico en este caso, se cree que las actividades aeróbicas son la mejor opción para promover el bienestar. Una ansiedad severa o crítica necesita ser evaluada y tratada profesionalmente.
El ejercicio frecuentemente constituye una modalidad de tratamiento. Sin embargo, ten en cuenta que, aunque el ejercicio reduce la ansiedad, no todos los sentimientos ansiosos podrán ser eliminados.

Si el ejercicio te proporciona tranquilidad, también puede ayudar, al bajar la ansiedad, a reprimir o controlar comportamientos compulsivos y adicciones que muchas veces se fundamentan en grados de ansiedad difíciles de manejar y que empujan a las personas a tics, manías y acciones compulsivas, repetitivas y contraproducentes.
Los estudios científicos demuestran que el ejercicio fomenta la producción y liberación de “químicos positivos” en la sangre, tal como la dopamina que genera una inmediata sensación de alivio y recompensa y que por eso pueden reducir la necesidad de recurrir a compulsiones cuya sensación de alivio no es tan duradero y es todo menos saludable y benéfica.
Autoestima
Personas que se ejercitan regularmente tienden a tener niveles más altos de autoestima que aquellos que son sedentarios. Los programas más benéficos para individuos con baja autoestima son aquellos que le permiten a la persona experimentar éxito, obtención de metas y sentimientos de competencia física.
Reactividad al estrés
La vida es estresante, por lo tanto es normal encontrar estrés en nuestras actividades diarias. El estrés como tal no es un problema, la dificultad se presenta de acuerdo a su frecuencia, intensidad y la manera en que reaccionamos ante el mismo.

Por lo tanto, dado que el ejercicio como tal representa una demanda a nuestro cuerpo, lo más recomendable es que escojas un programa de entrenamiento diseñado para bajar la reactividad de la presión física y mental y no practicar aquellos deportes que aceleren situaciones demandantes en tu vida, que te reten negativamente a competir o que produzcan frustración.
Funcionamiento cognitivo
Existen numerosos estudios que mencionan cómo el ejercicio puede mejorar la memoria y desarrollar la inteligencia. Sin embargo, ha sido demostrado igualmente que tu reacción para la ejecución de tareas es más rápida, logras un mejor rendimiento en procesos matemáticos y la mente es más ágil después de hacer ejercicio que cuando sobrellevas largos periodos de inactividad.
Estado de ánimo positivo y energía
Aquellos que se ejercitan regularmente reportan resultados positivos en su estado de ánimo que pueden verse reflejados en tranquilidad, felicidad, placer o simplemente presentando más facilidad para divertirte.
Personalmente, considero que todo esto sucede de manera más notoria cuando el ejercicio se lleva a cabo en un contexto social. Si puedes compartir con otros mientras haces ejercicio, es probable que te sientas más animado a seguirlo haciendo y que le encuentres una razón agradable de ser.

En conclusión, mi teoría principal sobre los beneficios del deporte y que he venido fundamentando con estudios y opiniones de variadas fuentes, recae sobre el hecho de que cuando nos ejercitamos, logramos tomar un tiempo de descanso de nuestros problemas diarios y situaciones complicadas que demandan nuestra atención.
De esta forma, los periodos de actividad física y todo tipo de actividad recreativa, se convierten en unas mini-vacaciones, un necesario descanso mental y emocional.
Así que… ¿Qué esperas? Busca aquella actividad que no solo te agrade porque te puede acercar a tener un buen estado físico, a dejar de resollar cuando subes escaleras o corres hasta el bus o que te permita ponerte nuevamente un vestido comprado tiempo atrás, sino que también te brinde todos aquellos beneficios compatibles con tus gustos personal y descanso emocional.
El ejercicio será así una carga positiva en todos los niveles de tu existencia. Mucho ánimo y ¡que siga la fiesta!








