Este donut está recubierto de platino comestible (?) y cuesta 150 dólares... pero es por una buena causa

Sí, yo tampoco sabía que el platino comestible era algo...

¿A quién se le ha ocurrido semejante idea?

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El autor de este estandarte de la decadencia humana es  Björn DelaCruz, el chef del restaurante Manila Social Club, localizado en Brooklyn, Nueva York. El donut en cuestión está relleno de crema y mermelada con gusto a margarita (sí, el trago)  de gengibre y jalapeño (!!).

Además, la rosquilla está recubierta con glaseado de tequila dulce y con finas lacas de plata y platino comestible. Esto suscita muchas preguntas, como por ejemplo: ¿Es posible comer plata? ¿Y platino? Y, ¿qué sucede con la plata una vez que hemos, ajem, hecho la digestión?

¿Por qué?

Tal parece que el donut en cuestión tiene una finalidad altruista. Así como su precio es exorbitante (cada donut cuesta 150 dólares), todo el dinero recaudado con la venta de las rosquillas de platino será donado (¿donut-do?) a la  American Cancer Society, una organización voluntaria cuyo objetivo es luchar contra el cáncer en los Estados Unidos.

Claramente DelaCruz tiene una fascinación con los donuts relucientes, puesto que en enero del 2016 ya había creado el  Golden Ube Cristal Donut. Este manjar costaba 100 dólares, estaba relleno de mousse de batata y  mermelada de champagne, y se encontraba recubierto de un fino polvo de oro de 24 kilates.

¿Qué opinas de este extravagante postre? ¿Pagarías 150 dólares sólo para saber a qué sabe el platino?