Es el primer paso para un gran día. Hay poco que podamos decir para introducir el desayuno: ES la introducción y con su tono, deja una marca para el resto de la jornada. No podemos, no queremos evitarlo. Nos debemos ese espacio para centrarnos y dejar que todo adquiera velocidad. ¿Lo amamos? Sí, somos muy fans de un desayuno que contempla con entusiasmo al resto del día y nos da impulso. 9 razones, saboréalas.
9 razones por las que amamos el desayuno (y que nadie más entiende)
1. SABOR y SABOR
El desayuno es complejo: de dulce a salado, te permite mezclar con soltura. Todo sabe mejor en el desayuno. Es vitalidad pura. FRUTA. CEREALES. LÁCTEOS. MERMELADAS. JUGOS ¿No se te hace agua la boca? Y... ¿mencionamos ese equilibrio entre simple (culinariamente) pero calóricamente complejo?
2. TRANQUILIDAD
El desayuno es un momento para situarnos mentalmente, con mucha tranquilidad. No estás quieto pero tampoco estás del todo en movimiento. Es como una preparación, mientras te enfocas en lo destacado de ese día. Te sientes capaz, valiente, poderoso.
3. DESPERTAR
El desayuno te despierta. Es ese último paso que necesitas para estar totalmente presente en tu cuerpo. Mientras te estiras y sientes el sabor dulce, ácido… de vuelta dulce del jugo de naranja que prepara el camino para una deliciosa tostada crujiente con mermelada de frutas, tu cerebro se enciende y recuerdas “ah, sí, esto es lo que tenía que hacer hoy”. Y disfrutas...
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4. RITMO
El desayuno es un ritual que marca el ritmo de tu día. Ese tiempo que inviertes en saborear, llenarte de energía e incorporarte, te asegura que no estarás apresurado, ni corriendo, sino que encontrarás la mejor disposición para enfrentar cada tarea. Tic, tac, tic, tac, ¡no corras!
5. HUMOR
Darte un tiempo para desayunar anticipa que tendrás un día más descontracturado. Es la antesala, la preparación que propicia un buen humor, dinamismo, la justa medida de tensión para llevar a cabo tus planes de hoy. Todo se va desenrollando frente a ti.
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6. ENERGÍA
Sin una firme base en tu desayuno, sentirás que algo te falta. Aliméntate. Es bueno. Sí… delicioso. Y sanador.
7. ORGANIZACIÓN
Si logras hacerte un momento para desayunar, es porque puedes distinguir prioridades y sabes que ese momento simplemente no es prescindible. ¡Tus habilidades para aprovechar el tiempo ya son avanzadas!
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8. TU CUERPO TE LO AGRADECE
Tus mañanas serán mucho más productivas, y los efectos potenciadores del desayuno se sentirán hasta la noche.
9. Y TU MENTE SE AQUIETA, UN SEGUNDO, HASTA QUE EL TIEMPO COMIENZA A CORRER
Mientras desayunas es como que todo está en pausa. El movimiento del mundo es aún periférico y estás viendo el momento justo para zambullirte… y entrar.
¿ Amas el desayuno tanto como nosotros? ¿Qué desayunaste hoy?
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