Un pájaro puede causar un accidente de avión: te explicamos cómo sucede

El choque de un ave con la turbina de un avión puede desactivar uno de los motores. Aunque parece una situación de película de terror, sí es algo que llega a pasar.

Según la Administración Federal de Aviación ( FAA), los choques de pájaros con aviones son «colisiones que causan la muerte o lesiones al pájaro, daños al avión o ambos».
El choque de un ave con un avión puede desactivar una turbina, pero están diseñadas para soportar al menos un pájaro y las aeronaves pueden funcionar con un solo motor, pues están construidos con 2, 3 o 4.
De acuerdo con datos de Business Insider, los impactos con aves le cuestan a las aerolíneas $1.2 billones de dólares al año; sin embargo, solo una parte del costo es por daños físicos, pues la mayoría es por cancelaciones y retrasos.
Entre 1990 y 2015, hubo 160,894 choques de aves con aviones de Estados Unidos; no obstante, solo 40 de ellos, el 0.025%, resultó en un accidente.
La mayoría de impactos de pájaros ocurren durante el despegue o el aterrizaje. Es por eso que el riesgo de un accidente es bajo.
Sin embargo, hay excepciones y algunos pasajeros han vivido la experiencia a mitad del viaje. En 2009, un vuelo que despegó del aeropuerto LaGuardia, en Nueva York, impactó con una bandada de gansos y el piloto tuvo que aterrizar el avión en el río Hudson.
En 2013, un avión que viajaba de San Francisco a Nueva York tuvo que aterrizar de emergencia porque dos pájaros se estrellaron contra una turbina, pero ningún pasajero resultó herido.
Más de la mitad de impactos de aves ocurren entre julio y octubre. Aunque los aeropuertos intentan utilizar métodos de cetrería en las pistas, no siempre tienen éxito y los choques ocurren.
Según testimonios de pilotos, los choques de ave se detectan por un olor a pollo frito. Si este llega primero a la cabina, el ave se estrelló en la turbina izquierda; si llega al compartimento de vuelo, ocurrió en la derecha.
¿Por qué no protegen las turbinas para evitarlo?
Las aspas de las turbinas están desprotegidas y es por eso que las aves se estrellan en ellas, quedando pulverizadas.
La solución sería que los aviones fueran diseñados con una malla protectora que no interfiera con el funcionamiento de las turbinas y evite los accidentes.
Instalar cualquier protector de turbina disminuiría la entrada de aire al motor y aumentaría la resistencia aerodinámica, lo cual ocasionaría que fuera más complicado volar un avión y requeriría mayor uso de combustible.
Según el piloto Petter Hornfeldt, que tiene el canal de YouTube Mentour Pilot, los aviones están diseñados para resistir el impacto de aves.
Una de las pruebas que los fabricantes realizan es arrojar cadáveres de aves a las turbinas en funcionamiento para probarlas.
Lo más común es que los animales se atasquen en las palas de la turbina antes de llegar al motor y causar una falla en el avión, incluso si son pájaros muy grandes.
Los choques de pájaros son comunes en los vuelos y no se puede hacer mucho para evitarlos, pero no representan un peligro real para los pasajeros.
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