Thera o Santorini, dos nombres para una bella isla

Ubicada en Grecia, sobre el Mar Egeo, forma parte del grupo de las Islas Cícladas; la inigualable isla de Thera (o Santorini) sufrió en la antigüedad una verdadera transformación geológica a raíz de una gran explosión volcánica que la desmembró. Originariamente su nombre era Strongili, o sea La Redonda, debido a su forma circular con un cráter en el centro. El terrible cataclismo ocurrió unos dos mil años antes de Cristo y provocó el hundimiento del centro de la isla y la formación de un abismo que fue cubierto por el agua del mar circundante.

Isla repleta de sorpresas

La isla tiene, en la actualidad, forma de medialuna, por el lado interno con abruptos acantilados; en la rada que forma quedaron varios islotes. Desde el puerto de Calderas, que recibe a las embarcaciones, hay que subir para llegar a la capital, Firá, que nos recibe con sus estrechas callejuelas y su barrio medieval: Francomacalá. El lado externo de la isla ofrece un aspecto totalmente diferente; el paisaje es suave y apacible, y su suelo aunque no es muy fértil permite el cultivo de la vid; estas viñas producen un vino ambarado que se parece un poco al jerez.

Los pequeños pueblos blancos, con puertas y ventanas de color azul, se agrupan alrededor del Monte Profeta Elías, de poco más de quinientos metros de alto, cercano al mar. En el monasterio ubicado sobre la cima se celebra el día del santo con danzas típicas y especialidades culinarias de la zona. En barco podemos visitar Kamenes, que son varios islotes formados por la acumulación de lava y Thirasia, que fuera parte alguna vez de la primitiva Strongili. Thera fue habitada por los fenicios primero, luego llegaron los dorios, más tarde albergó a los romanos y posteriormente a los bizantinos, y cada uno de ellos dejó huella de su paso por la isla. En Akrotiri se encuentra, por ejemplo, una ciudad minoica asombrosamente bien conservada.

Unas vacaciones ideales

Todo está preparado para recibir al turismo y de hecho se lo recibe con los brazos abiertos, hay tranquilas playas donde la arena cambia de color según la hora del día y por la noche fiestas en las discotecas hasta el amanecer. Los visitantes arriban a ella en cruceros o en yate, muchos para descansar, otros para hacer compras porque las más grandes marcas del mundo tienen en la pequeña Thera un local, cual si fuera la Riviera, la Costa Azul o Marbella.

Es un lugar ideal para la práctica del buceo aunque aún sin equipo podemos sumergirnos y nadar por las poco profundas aguas de la costa como en una piscina. Para los más románticos nada como ver un atardecer desde el pueblo de Oia, con el puerto de Armeni a sus pies. Toda Grecia es hermosa pero en Thera hay algo más y por ello te invito a conocerla.

¿Conocías la isla de Thera o Santorini? ¿Te gustaría visitarla?