La endoscopia, también conocida con el nombre de gastroscopia, es un examen que permite diagnosticar enfermedades del esófago, del estómago o del duodeno. Se trata de un examen de rutina cuando se sospecha de la existencia de úlceras o de patologías como la gastritis, los pólipos o los problemas digestivos, entre otros.
Este examen requiere una preparación por parte del paciente y de ahí el interés previo para garantizar que el especialista pueda visualizar claramente la zona por la cual pasará la endoscopia.
¿En qué consiste la endoscopia?
La endoscopia es un examen a través del cual se introduce una sonda con una cámara, llamada endoscopio, en el estómago del paciente a través de su boca. Para realizar este procedimiento de forma segura, el paciente debe estar ligeramente sedado. La gastroscopia puede durar entre 15 minutos y una hora, todo dependerá de la razón por la cual se realiza y del estado del paciente.
Alimentos y medicamentos
Para que la cámara pueda ver correctamente todo lo que se encuentra en el esófago, el estómago y el duodeno del paciente, es importante que el estómago no esté lleno de comida. Por esta razón uno de los aspectos más importantes cuando se trata de prepararse para una endoscopia es el de no haber ingerido alimentos o agua durante un periodo de 6 a 8 horas antes del examen.
Si esta condición no se respeta, es imposible realizar la gastroscopia, que tendrá que ser aplazada o programada para otro momento. Además, es importante no consumir el día del examen ningún tipo de antiácido o de medicamento contra las úlceras, porque podría molestar a la observación del intestino.
La sedación
Dado que para realzar la endoscopia o la gastroscopia es necesario sedar ligeramente al paciente, es conveniente presentarse al examen acompañado de una persona, porque después no se puede conducir. Tampoco se puede realizar ningún tipo de concentración total, cómo manipular cualquier tipo de máquina, tras la realización de la endoscopia, al menos hasta que los efectos de la sedación hayan desaparecido completamente.

Las contraindicaciones
La endoscopio o la gastroscopia está contraindicada en los casos siguientes:
- Si se sufren problemas de coagulación importantes, por ejemplo, un número bajo de plaquetas.
- Enfermedades como la hipotensión arterial, problemas de ritmo cardíaco o problemas respiratorios considerados en fase crítica o grave.
- Lesiones cervicales importantes.
- Las personas que han sufrido recientemente operaciones en los intestinos o que presentan deformaciones en esta zona tampoco son aptas para este examen.
- Las mujeres embarazadas tampoco pueden realizarse una endoscopia, más que si es requerido estrictamente por el médico.
- Además, si se sigue un tratamiento médico compuesto de antiinflamatorios, aspirina, anticoagulantes o suplementos de hierro, es importante avisar al médico con el fin de que tome las medidas apropiadas.
Estas son las cosas que hay que tener en cuenta a la hora de prepararse para una endoscopia. ¿Te han realizado una alguna vez? ¿Has tenido algo más en cuenta?