Mejorar el aspecto de los senos, adaptar su tamaño luego del embarazo o reconstruirlos tras una cirugía mamaria: estos son tres de los motivos más frecuentes por los que las mujeres deciden operarse los senos, de acuerdo a Mayo Clinic.
Si estás considerando agrandarte los senos, primero deberías conocer los riesgos de la mamoplastía


Esta operación consiste en colocar implantes mamarios bajo el tejido de las mamas o bien bajo los músculos del tórax. Y, como cualquier otro procedimiento quirúrgico, tiene sus riesgos.
Cuáles son los riesgos de la operación de senos

Distorsión del implante
La formación de tejido cicatricial alrededor del implante puede distorsionar la forma del seno. Asimismo, dicho tejido hace que el implante se contraiga y tenga más riesgos de romperse.
Fuga o ruptura del implante
Se puede producir una fuga o ruptura en el implante, lo que provocaría que la solución salina o la silicona de su interior se dispersara por el cuerpo y que el seno cambiara de forma. Esto demandaría, por supuesto, una nueva cirugía, de acuerdo a Food and Drug Administration.
Cirugías adicionales
Cualquiera de las dos situaciones anteriores demandará una cirugía adicional. Esta también podría ser necesaria a causa de la presencia de un dolor permanente, una infección, una alteración en la sensibilidad de los senos o un cambio indeseado en su forma.
Aun si no se experimenta complicaciones antes, durante o después de la cirugía, es fundamental saber que un implante no dura para toda la vida. Deben reemplazarse cada cierto periodo de tiempo. Asimismo, una vez realizada la operación, la paciente deberá chequear sus senos con mayor regularidad que antes del procedimiento.







