Un caso policial en el que la importancia no estriba en su resolución, sino en la dinámica de tira y afloja que se va estableciendo entre la pareja de detectives. Tras tres capítulos, ya podemos ver la senda por la que va encaminada la serie, indagando con maestría los perfiles de Cole ( Matthew McConaughey) y Marty ( Woody Harrelson), sus oscuras inquietudes y el paralelo que establecen con las personas que persiguen.
True Detective: Monstruos [Crítica 1x03]

La religión en True Detective
El tema religioso tiene una importancia capital en la serie desde su primera secuencia, cuando presenciamos una escena de crimen macabra y repleta de señales apocalípticas. Las pistas descubiertas en el anterior capítulo conducen al dúo protagonista a una reunión evangélica, con un líder demagogo y un público entregado.
Pese a que en un principio no sacan nada en claro del lugar, todo parece indicar que dicha congregación cobrará importancia en los episodios venideros. Los diálogos que mantiene Cole con Mary son deliciosos, mostrando su punto de vista nihilista y existencial y convenciéndole de la hipocresía de la sociedad a través de la sabiduría de sus palabras. Las líneas de diálogo están siendo orfebrería pura en estos primeros capítulos y nos están dejando escenas brillantes.
Apariencias engañosas
Ya nos habían ido dando algunos indicios del problemático temperamento de Marty, pero en este episodio su caracterización alcanza un punto álgido, mostrando sin decoros su parte más obsesiva y agresiva. Cole sigue visitando a Maggie ( Michelle Monaghan) en su hogar, lo que provoca a Marty una ira un tanto fuera de lugar.

Por las conversaciones que han tenido y ciertas miradas, es posible que surja un vínculo afectivo entre Cole y Maggie. Una trama que tiene todos los números de ser el detonante que explote toda la tensión acumulada entre la pareja de detectives. El rol de Maggie, que parecía que iba a limitarse a ser plano y bidimensional, está ganando más protagonismo y convirtiéndose en pieza clave del argumento.
En una salida nocturna, Marty encuentra a su amante saliendo con otra persona, pese a las advertencias que le dio de evitar otras compañías masculinas. Bebido y lleno de rabia, Marty entra como una apisonadora en su casa para frenar esta relación, montando un auténtico escándalo. ‘¿Nunca te has planteado si eres una mala persona?’, le pregunta más tarde a Cole en uno de los trayectos en coche. Y es que, pese a que en la línea temporal de 2012 Cole está siendo tratado como sospechoso, la realidad es que Marty ha demostrado ser más peligroso y vulnerable que su compañero.

Si de algo se ha encargado True Detective una y otra vez es de demostrar que las apariencias engañan y que las personas se construyen fachadas para no mostrar al mundo su verdadero ser. Aquí es donde radica la verdadera diferencia entre ambos: Cole no se molesta en disimular su condición, mientras que Marty trata de mostrarse afable y social, escondiendo sus idas más oscuras.
Descubrimiento
Aprovechando sus horas de insomnio, Cole revisa los archivos de las muertes de jóvenes blancas durante los últimos años y acaba descubriendo una que se ciñe al patrón del asesino que están buscando. Al visitar a su abuelo, descubren que el novio que tenía la chica, Reggie Ledoux, se adecua al perfil del sospechoso que están buscando.
La trama lenta y pausada mete un acelerón al descubrirse esta pista, demostrando que la serie no se andará con pasos en falso ni indecisiones argumentales. Al ser una historia cerrada de 8 episodios, True Detective establece un hilo novelístico profundo y absorbente, sin tener que adecuarse a más intereses que los puramente narrativos.

Sospechoso
‘‘Toda tu vida, todo tu amor, todo tu odio, tu dolor, era lo mismo. Era el mismo sueño, un sueño que tú tenías dentro de una habitación cerrada. Un sueño sobre ser una persona. Y como en muchos sueños, hay un monstruo al final’’ En los instantes finales del capítulo, Cole realiza un monólogo repleto de referencias al caso, pero en el fondo está describiendo su propio pensamiento sobre la vida humana. Momento absolutamente genial, tanto en la escritura como en la interpretación de un Matthew McConaughey que está en estado de gracia.
Puede que a algunas espectadores se le haya pasado por la cabeza que Cole sea el asesino, pero no compro la idea. Pizzolatto ha desarrollado una historia compleja y madura, que recaba la psicología de los personajes en profundidad y establece arcos muy inteligentes. Es improbable que acabe cayendo en un giro de guión tan trillado y barato, sobre todo teniendo en cuenta el caudal narrativo que está acumulando en estos primeros episodios y que puede derivar en una explosión final apoteósica.






![Green Book: emoción, amistad y una actuación de Viggo Mortensen que pide Oscar [Reseña]](/_next/image?url=https%3A%2F%2Fuvn-brightspot.s3.amazonaws.com%2Fassets%2Fvixes%2Fg%2Fgreen-book-6.jpg&w=1280&q=75)

