La relación de pareja - cuando ambos trabajan sinceramente para llevarla lo mejor posible- infiere de una manera positiva en tu entorno, es así como con una sana relación de pareja: mejora tu vida social, laboral y familiar añadiéndole valor a la calidad de vida de ambos. Pero cuando uno de los dos intenta controlar al otro, se convierte en una relación problemática, que disminuye tu salud física y mental.

Pueden tenerse el amor más grande del mundo, pero cuando las peleas de pareja ocupan más tiempo del necesario es una alerta roja que se enciende en la relación... Y si no hacemos por pararlas... tal vez pueda ser el fin.

¿Ya pasó tiempo suficiente? ¿Sientes que has superado el duelo del ruptura y estás lista para volver a conocer hombres? No es fácil reconocer cuándo es el momento para volver al juego y el error puede hacerte pagar con situaciones hirientes. Pregúntatelo hasta que puedas dar una respuesta con certeza y, mientras tanto, considera estas líneas.

Sí, hasta en una de las relaciones de pareja más liberales de todas – la de los amigos con beneficios – hay reglas implícitas. Obviamente, no se parecen en nada a las reglas de un noviazgo o de un matrimonio, pero son reglas de todas maneras y debes conocerlas por si estás decidida a embarcarte en una relación de esas características.

Hay muchos tipos de amigas: las que están siempre y son como hermanas, las que sirven para pasar un buen rato, las que nos cuentan sus penurias y las que nunca tienen tiempo por su ajetreada vida.

¿Eres de las que son capaces de esperar siglos sin hacer nada hasta que el hombre de su interés las encare? ¿Eres de aquellas que seducen con la mirada? ¿De las que explotan al máximo su belleza física para captar la atención de la platea masculina? ¿O de las que pone las fichas en su personalidad?