A medida que ha aumentado el número de ataques, se ha intensificado el debate en el Congreso sobre los límites del poder del presidente. Los ataques se han producido sin ninguna investigación legal ni una declaración de guerra tradicional por parte del Legislativo.

Varias dudas sobre la legalidad e integridad ética rodean al anuncio del Pentágono de aceptar una donación de $130 millones, por parte de un aliado de Trump para ayudar a financiar la nómina de los militares de EEUU durante el cierre del gobierno que tiene a cientos de miles de empleados federales sin recibir sus salarios.

El gobierno de Trump informó al Congreso la semana pasada que utilizó 6.5 mil millones de dólares para cumplir con la nómina. El próximo pago está previsto para esta semana, y no está claro si la administración volverá a mover fondos para asegurar que los militares reciban su compensación.

El Pentágono anunció este viernes que añadirá al contigente de aviones, barcos y miles de soldados en el Caribe, el grupo de ataque del portaviones Gerald R. Ford, el más poderoso de la flota de EEUU, escalando aún más las tensiones militares con países como Venezuela y Colombia.

El presidente dice que no solicitará la aprobación de una declaración de guerra por parte del Congreso, pese a que sugirió que sus operaciones militares se ampliarían del mar a tierra firme.

El presidente dice que no solicitará la aprobación de una declaración de guerra por parte del Congreso, pese a que sugirió que sus operaciones militares se ampliarían del mar a tierra firme.