Los niños muchas veces suelen rebasar los límites que los padres les imponemos. Esto generalmente sucede por curiosidad por conocer o por saber que sucede en caso de desobedecer, o ganas de lograr mayor independencia. En el momento que notamos la desobediencia de los niños, los padres solemos enfurecer en lugar de mostrar la firmeza debida.

Muchos padres se sienten culpables cuando tienen que decir “no” a sus hijos. Pero eso no debe ser así, pues decir que no a nuestros niños es fundamental para su buena educación. ¿Acaso sería un buen padre o una buena madre quien consiente todos los caprichos de su hijo?

Los niños suelen pasar la mayoría de su tiempo haciendo actividades relacionadas con el colegio. Los expertos comentan que los padres que están involucrados en la educación de sus hijos, además de crear una mejor relación, suelen tener una influencia positiva que ayuda al niño a desenvolverse de una mejor manera a la hora de estudiar.

Cuando pensamos en una familia, imaginamos la imagen de un papá, una mamá y sus hijos. Sin embargo, hay realidades diferentes: muchos padres o madres deben asumir la responsabilidad de ser padres solteros y muchos chicos deben acostumbrarse a crecer y a vivir sin la figura paterna o materna.

Cuando los niños comienzan a caminar aparecen los primeros golpes y caídas, si bien puede que intentes cuidarlo todo el tiempo hay cosas que no se pueden evitar, así que hay que estar preparadas para curar algún que otro raspón.

A ninguna madre le gusta perder la paciencia y gritar a sus hijos, pero muchas veces una se siente superada y no encuentra otra forma de expresarse que gritar. Sin duda alguna no es la mejor forma para comunicarse, y tampoco es la mejor forma para lograr que nos escuchen, hablar más fuerte no ayudará a que nuestras palabras sean más claras.