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Primeros auxilios para los accidentes más comunes

Cuando los niños comienzan a caminar aparecen los primeros golpes y caídas, si bien puede que intentes cuidarlo todo el tiempo hay cosas que no se pueden evitar, así que hay que estar preparadas para curar algún que otro raspón.

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Hoy vamos a ver una guía muy simple de primeros auxilios para aliviar los dolores y curar las heridas de esos primeros golpes .

Cortaduras o raspaduras: Si hay sangrado, primero presiona firmemente la herida con un paño limpio hasta que el sangrado pare, luego lava con agua tibia y seca con cuidado.

Cuando una herida está sucia o fue causado por un animal, enjagua con agua y jabón neutro. Si la piel se rompe, aplicar una capa delgada de un ungüento antibiótico sin receta y luego cubrir con una venda o gasa y cinta. Si no puedes controlar el sangrado después de varios intentos, llama a tu pediatra o dirígete a una sala de emergencias.

Luego de curar la herida, debes cambiar el vendaje todos los días y colocar ungüento antibiótico hasta que sane. Si parece estar formando pus o se torna inflamado, consulta al médico para tratar la infección.

Hemorragia nasal: Sienta a tu hijo en posición vertical, pero no incline la cabeza hacia atrás. Afloja la ropa apretada alrededor del cuello. Aprieta el extremo inferior de su nariz durante cinco a diez minutos. Si el sangrado por la nariz es el resultado de un trauma, reduce la inflamación con una bolsa de hielo contra el puente de la nariz. Si el sangrado persiste después de diez minutos, consulta al médico o acuda a una sala de emergencias.