El Universo cinematográfico de Marvel se prepara para iniciar su fase 3, que en los últimos días ha vuelto a ser novedad gracias a algunos importantes cambios realizados en las películas y las fechas.

Elizabeth Olsen volverá a interpretar a Scarlet Witch en Capitán América: Civil War, después de su introducción en Avengers: Age of Ultron, en la que apareció primero enfrentada a los superhéroes pero luego terminó formando parte de la nueva formación de los Vengadores.

El cine de superhéroes está ahora en su apogeo en cuanto a calidad, variedad y público, pero la franquicia X-Men fue la pionera y la única que, surgida a comienzos de este nuevo milenio, logró mantenerse hasta la actualidad, despertando en el público incluso hoy, 15 años después, más interés y expectativas que nunca (Days of Future Past, del año pasado, es posiblemente la mejor película de la saga, mientras que X-Men: Apocalypse es uno de los estrenos más esperados del año próximo).

En la diegética narrativa del cómic la muerte de un personaje juega un papel dinamizador, ya sea como medio para establecer un cambio radical en la historia o como motivación para el desarrollo de un personaje. Así es como la muerte de los padres de Bruce Wayne hace nacer el personaje de Batman e inspira su lucha contra el crimen, ¿y la muerte del tío Ben?, le enseña a Spiderman el valor de la vida humana, y es por eso que el trepamuros no asesina a sus enemigos.

Marvel sorprendió en los últimos días modificando sus planes para la fase 3 de su universo cinematográfico y anunciando la película Ant-Man and the Wasp, que saldrá en 2018.

Llegó la hora. Hay una nueva Wolverine en el Universo Marvel. Sí, sí: una nueva Wolverine. Es Laura Kinney, la anteriormente conocida com X-23, que a partir de noviembre se hará cargo de la herencia que le tocó y encarnará la versión femenina de Wolverine, con el mismo alias y (prácticamente) el mismo uniforme.