Con sus manos firmes y sus movimientos suaves, la enfermera parisina Sonia Rochel ha revolucionado el concepto de “bañar a un bebé”. En este sentido, Sonia nos propone dejar de concebir al baño tan solo como una instancia de higiene. Nos sugiere que nos aventuremos a enriquecer esta perspectiva y nos reta a que transformemos el baño de nuestro bebé en un momento para su relajación y el bienestar.

Los primeros baños del recién nacido son tooodo un tema... generalmente no les gusta que les desnuden y menos aún el agua... así que esos primeros bañitos son realmente traumáticos. A decir verdad son más terribles para nosotros los papás, que tenemos que escuchar a nuestro bebé llorar, que para ellos que después de unos besos y abrazos olvidan el mal trago.

La llegada del bebé es un momento de plenitud y alegría para todos los miembros de la familia. Pero la verdad es que la ansiedad que produce un recién nacido es una de las muchas realidades a la que los padres primerizos se enfrentan día a día. El momento del baño siempre es delicado, por eso te venimos a ofrecer algunos tips para bañar a un recién nacido que facilitarán ésta actividad y la harán una experiencia inolvidable como muchas de las que experimentarás con tu bebé.

Cuando tenemos un bebé, ¡hay tantas cosas nuevas por hacer! Y porque lo sabemos, desde aquí te echamos una mano para explicarte cómo cambiarle el pañal a un bebé. Si bien no es complicado, las primeras veces puede llevarte unos cuantos minutos.

Conseguir unos buenos hábitos de higiene para niños es ayudarle a mejorar su salud mediante la limpieza. Es el papel de los padres explicar, enseñar y reforzar los hábitos saludables de higiene para prevenir en sus hijos infecciones y enfermedades.

Que nuestros bebés sufran una rozadura es algo casi inevitable, pero está en nosotras como madres y el cuidado y atención que les demos para hacer que esto sea esporádico y sin llegar a más. El primer error que podemos estar cometiendo es el minimizar el problema; una rozadura si bien comienza como una leve irritación de la piel del bebé puede llegar a complicarse hasta producir sangrado o infectarse.