Los recién casados partieron para la celebración íntima en un auto que acaparó todas las miradas: un Jaguar azul plateado de 1968. Todos prestaban atención a la pareja, pero pocos notaron que la matrícula del auto dejaba a la vista un mensaje.

Una turista de 15 años llegó a Londres para sacarse una foto frente al palacio de Buckingham. Hace más de 20 años, Meghan Markle estuvo allí. Y, seguramente, nunca pensó que ese sería su lugar en el mundo. Que ese palacio sería la residencia de su nueva familia política: la realeza.

Con el furor que despertó la boda real entre el Príncipe Harry y Meghan Markle, el Internet está inundando de fotografías de su elegante ceremonia. Pero apenas este lunes se dieron a conocer los retratos familiares oficiales de este suceso tan esperado. Y son tan elegantes, como tiernos y llenos de sonrisas.

Meghan Markle y el príncipe Harry ya se casaron y se conviertieron oficialmente en los duques de Sussex. Luego de la ceremonia religiosa y de la recepción que ofreció la reina en la tarde, los recién casados tuvieron una fiesta nocturna íntima en Frogmore House.

La realeza viene marcando tendencia hace tiempo. No fueron pocas las veces que en el correr de la historia los miembros de la corte impusieron nuevas modas, como los extravagantes peinados de María Antonieta o la introducción de costumbres francesas a la corte inglesa de la mano de Ana Bolena.

El príncipe Harry y Meghan Markle ya están casados, pero su boda real dejó tantos hermosos detallitos que no podemos dejar de repasar ninguno de ellos. Una de las cosas que más quería Harry era que de todas las maneras posibles su madre, Lady Di, estuviera presente. Y lo logró. Uno de los gestos más bellos fue cederle a Meghan un anillo de aquamarina azul que Diana compró en 1996 una vez separada de Carlos y alejada de la realeza británica.