Muchos sueños truncados terminan en la morgue de Pima. Es casi imposible llevar la cuenta, pues son más de 400 cuerpos los que se reciben por año. Y son hallados en condiciones tan desgarradoras como variadas. Esta es la historia de estos Perdidos pero no olvidados.

La oficina del médico forense del condado Pima, en Tucson, alberga casi 700 restos humanos que fueron encontrados en el desierto y que son almacenados mientras se realizan las tareas de identificación, un proceso que puede tardar semanas, meses o años.

Una mujer originaria de Guatemala relata que un ‘coyote’, que presuntamente hacía parte de un cartel mexicano, la lanzó debajo de un tren, con la intención de matarla, mientras intentaba cruzar la frontera sur de EEUU. “Me levanté y me di cuenta de que mi pie no estaba… llegó un agente de inmigración y me dijo “¡cállate! Eso les pasa por venir a mi país””, narra. Los hechos ocurrieron hace ocho años, cuando ella tenía 23.

El lunes 27 de marzo, el Departamento de Seguridad Pública de Texas encontró a 15 migrantes en la parte trasera de un U-Haul en el condado de Uvalde. La mujer dijo que no sabía lo que había y que solo conducía el camión por algo de dinero extra. Entre los inmigrantes había 3 niños y todos fueron llevados con la patrulla fronteriza. La conductora fue arrestada por tráfico de personas.

En la última parte de este reportaje especial, Univision Arizona tuvo acceso a las oficinas del médico forense en Pima, lugar donde se almacenan más de 600 restos humanos que se han encontrado en el desierto de la frontera sur. Las autoridades explican cómo es el proceso de identificación y búsqueda de familiares.

Solo los anhelos, combinados con desesperación, son capaces de explicar que cada día, migrantes se aventuren a recorrer un camino que nada les garantiza, con la esperanza de lograr una nueva vida en Estados Unidos. El equipo de Univision Arizona estuvo en Quitobaquito, estas son las estremecedoras imágenes.