Vivimos en una época donde lo retro está de moda y como no podía ser de otra forma, esta tendencia al fin llegó a los videojuegos FPS, un estilo conocido por tener algunos de los mejores títulos —hoy considerados retro— de la historia.

Desde que Disney se hizo con 20th Century Fox hace ya casi un mes, el futuro de varios de los proyectos de la reconocida productora quedaron en jaque. Uno de ellos fue la saga cinematográfica de Alien, la cual cayó en una especie de sueño criogénico luego del acuerdo económico entre compañías.

¿Para qué negarlo? A todos nos gusta sumergirnos en la tensa atmósfera de los videojuegos de terror, escapar o dar caza a todo tipo de criaturas mortíferas, sorprendernos en cada recodo con alguna aparición inesperada, todo ello acompañado del sudor frío que recorre nuestra espalda y nos pone la piel de gallina. Si no, ¿para qué los jugamos?

Sin dudas, los FPS son de los videojuegos más disfrutables que existen, desde épocas de antaño, con los primeros Wolfenstein o DOOM, hemos podido liberar nuestra tensión disparando contra todo lo que se mueve y por más que el tiempo pase, seguimos disfrutándolo como si fuera el primer día.

Pocas sagas de juegos RPG de acción a lo largo de la historia se han vuelto tan populares y han cosechado tantos seguidores como la serie Diablo. Este entretenido (y ciertamente adictivo) juego es uno de los grandes responsables de que el buen nombre de Blizzard sea lo que es hoy en el mercado gamer.

Como siempre, la convención sobre videojuegos más grande del planeta es sinónimo de grandes noticias para la comunidad gamer.