Ingresar con mascarilla a las funerarias, limitar el número de personas que van a los entierros, procurar mantener el distanciamiento social y evitar rodear el ataúd son algunos de los requisitos para dar el último adiós a familiares y amigos en medio de la pandemia.

La industria del transporte aéreo se vio afectada por las restricciones al principio de la pandemia y ahora sufre las consecuencias de la poca demanda de boletos debido a los riesgos de contagio. Estas compañías se enfrentan a flujos de viajes más lentos por los procesos de desinfección de las aeronaves y a demoras en los tiempos de abordaje. Muchas de estas empresas ya se han declarado en bancarrota.

La nueva realidad que se vive a causa de la pandemia requiere de nuevos protocolos de salubridad y en el Distrito Escolar de Santa Ana, por ejemplo, ya se están preparando para la reapertura en agosto. Josh Goddard, funcionario de SAUSD, explica las medidas de seguridad que se están implementando. Entretanto, estos son los procedimientos que se llevan a cabo en la planta Choice Lunch.

La segunda fase de reapertura ha permitido que los clientes regresen a los negocios bajo estrictas medidas de prevención, algo que supone un alivio para todos los que viven de esta industria. Sin embargo, el desafío para ellos no ha sido nada fácil, ya que a diario deben monitorear la salud de sus empleados y, además, adecuar sus establecimientos para que no se conviertan en un punto de propagación del virus.

Noticias Univision 34 hace un recorrido desde el 31 de diciembre del 2019, cuando se lanzó la primera alerta por una serie de enfermos de neumonía atípica en Wuhan, China, llamado que terminó en la declaración de una emergencia mundial que, hasta el día de hoy, ha cobrado la vida de más de medio millón de personas.

Organizaciones ambientalistas, residentes, activistas, trabajadores y el procurador de California se unieron para presentar una demanda en contra de la Autoridad del Aeropuerto de San Bernardino y la Administración Federal de Aviación por aprobar para la compañía un centro aéreo de distribución que, alegan, continuará afectando los niveles de contaminación de la zona, que ya son de los más altos de EEUU.