Los viajes en el tiempo han sido históricamente una de las formas más populares y exitosas de la ciencia ficción, tanto en el cine como en la televisión o en cualquier otra forma de arte y entretenimiento (cómics, novelas, cuentos, etc).

El ámbito familiar, naturalmente, por ser lo más cercano y común a toda la audiencia, es uno de los principales lugares para ubicar la historia de una serie. Hemos visto familias de todo tipo pero, generalmente, familias disfuncionales, formadas por miembros problemáticos, absurdos, necios, irresponsables, egoístas o ridículos, ya sea por el propósito de la comedia o del drama, según cual sea el caso.

Tal vez recordarán varios de los discursos de los ganadores de la pasada entrega de los Premios Oscar, como por ejemplo el de Ang Lee y su Mejor Director por Life Of Pi, sin embargo, en su discurso no agradeció a Rhythm & Hues, la compañía de efectos visuales detrás del film, que recientemente entró en bancarrota. Horas antes, ese mismo equipo ganó un Oscar por su trabajo y, cuando los receptores intentaron comunicar acerca de la pésima situación que pasan los artistas de Efectos Visuales (VFX) en Hollywood, fueron cortados por el tema de Tiburón. ¿Por qué faltarle el respeto a estas piezas vitales del cine moderno?

Explosiones, tiroteos, persecuciones a alta velocidad, enfrentamientos cuerpo a cuerpo, artes marciales y armas de todo tipo son algunos de los elementos clave en las películas de acción, género que se desprendió de los clásicos westerns y de las películas de guerra y que, con los avances tecnológicos y cinematográficos, y el pasaje a escenarios urbanos, se convirtió en el más popular y taquillero de las últimas décadas.

Hace poco leí en un artículo que decía -no sé cuál sería su confiabilidad a nivel científico- que uno mira películas de terror simplemente porque sabe lo que sucederá después de la película.

A pesar de que todos sabíamos que desde hace tiempo Rober Ebert luchaba duramente contra un cáncer de tiroides, no se puede decir que no nos sorprendimos cuando, recientemente, el histórico crítico de cine Roger Ebert anunció que se tomaría un descanso en su tarea regular de escribir objetivamente acerca de films de todas partes del mundo, ya que estaba teniendo complicaciones luego de que unos resultados post-quirúrgicos revelasen el regreso de la enfermedad que lo siguió en los últimos años de su vida. Días más tarde, Roger Ebert falleció. Creo que cualquier fanático del cine, por más que estuviese de acuerdo o no con las críticas del autor, de alguna manera recibió la influencia de éste, y es por eso que la noticia de su partida resonó tanto para más de un cinéfilo.