Lavarse el cabello todos los días no es recomendable. El cuero cabelludo produce aceites que viajan por la hebra de pelo para hidratarlo y usar shampoo todos los días evita que esto ocurra y ocasiona un cabello seco. Por ende, se rompe con facilidad y, claro, ocurre ese frizz que tanto nos molesta.

El cabello chino no siempre es el más sencillo de cuidar y mantener, pero es uno de los más increíbles de mirar. Existen diferentes tipos, rizos más sueltos y otros más cerrados. Nada se compara con esa melena brillante, rebelde y a veces un poco salvaje.

Es ley mundial: a nadie le gusta su cabello hasta que prueba con varios estilos y decide volver al original. El problema está en que no siempre es tan sencillo retornar a lo natural, y a veces los resultados que obtenemos no son los que esperábamos.

¡El cabello chino es maravilloso! Pero su belleza y salud dependen 100% de los cuidados diarios que le damos. Es normal amar tus chinos un día y al siguiente no, pero sin importar el trabajo que impliquen, los rizos forman parte de ti, ¡y seguro te encantan!

Durante muchos años la percepción de belleza estuvo centrada en un estereotipo absurdo, que lo único que pretendía era que todos cambiáramos en función de un ideal que distaba mucho de la realidad. Básicamente se esperaba que las chicas llegaran a un ideal de peso, que tuvieran la tez de un color específico y que su cabello fuera largo y preferentemente lacio. Afortunadamente, ese concepto está cambiando, comenzamos a darnos cuenta de que la belleza no pasa por el aspecto físico.

No queremos que sea en vano todo el tiempo que pasamos armando los mejores rulos. Queremos que duren y que queden bien armados por más tiempo, por eso cada vez que nos hacemos rulos estamos pendientes si siguen intactos o si se esfumaron. ¡Cuidado! Capaz no estamos haciendo lo mejor para que duren todo el día.