En una conferencia de prensa el Día del Trabajo y en un mitin en Carolina del Norte al día siguiente, el presidente Donald Trump hizo varias declaraciones sin fundamento o inexactas sobre una vacuna contra la covid-19 y tergiversó los comentarios hechos por la dupla demócrata.
Trump exagera el progreso y el mérito por la futura vacuna contra la covid-19
En una conferencia de prensa el Día del Trabajo y en un mitin en Carolina del Norte al día siguiente, el presidente Donald Trump hizo varias declaraciones sin fundamento o inexactas sobre una vacuna contra el coronavirus y tergiversó los comentarios hechos por la dupla demócrata.


- Trump acusó al candidato presidencial demócrata Joe Biden y a su compañera de fórmula Kamala Harris de difundir "teorías conspirativas antivacunas". Los candidatos apoyan las vacunas debidamente aprobadas, pero han expresado preocupaciones - que comparten algunas personas en la comunidad científica - de que Trump podría no seguir los protocolos estándar.
- El presidente afirmó sin fundamento que "si esta fuera la administración Obama, no tendríamos esa vacuna ni en tres años, y probablemente no la tendríamos nunca".
- Trump dijo erróneamente que "tenemos 30,000 personas, con una sola vacuna en este momento, bajo ensayo en áreas muy, muy altamente infectadas" y que "las cifras lucen increíblemente sólidas". Ningún ensayo ha cumplido con su objetivo de reclutamiento de 30,000 personas y nadie sabe aún cómo se están desempeñando las vacunas.
- Al tiempo que insistió en que nunca ha dicho que habrá definitivamente una vacuna en octubre o noviembre, Trump repitió la idea de que era posible, y anteriormente dijo que ese plazo era probable. Los funcionarios de salud han dicho que es poco probable que esté disponible una vacuna en tan poco tiempo.
Declaraciones de Biden/Harris sobre las vacunas
El presidente tergiversó lo que Biden y Harris han dicho sobre una vacuna contra la covid-19, pidiéndoles que se disculpen por su "retórica antivacunas". Los candidatos han dicho que apoyan una vacuna segura y eficaz, pero no una basada solo en la palabra de Trump.
"[Biden y Harris] deberían disculparse inmediatamente por la imprudente retórica antivacunas que están expresando en este momento, hablando de poner las vidas en peligro. Y eso socava la ciencia", dijo Trump en su conferencia de prensa del Día del Trabajo.
"Y lo que está sucediendo es que de repente tendremos esta vacuna increíble, y debido a esa falsa retórica, es una retórica política; eso es todo lo que es. Solo por política", continuó. "Porque ahora ven que hemos hecho un trabajo increíble, y con una velocidad que nadie ha visto antes".
Posteriormente Trump se enfocó en Harris y dijo: "[E]lla está hablando de desprestigiar una vacuna para que la gente no crea que el logro fue un gran logro".
Al día siguiente, durante un mitin en Carolina del Norte, Trump repitió las mismas opiniones, pero llegó incluso a decir que la dupla de candidatos estaba difundiendo "teorías conspirativas antivacunas".
La Casa Blanca no explicó a qué comentarios se refería Trump, pero probablemente fueron en respuesta a las declaraciones que Harris hizo en el programa "Estado de la Unión" de CNN, cuando dijo que "confiaría en la palabra de científicos y expertos en salud pública" sobre una vacuna, "pero no en Donald Trump".
En un video de la entrevista, que fue publicado el 6 de septiembre, Harris dijo que no creía que los científicos tendrían la "última palabra" sobre la eficacia de una vacuna.
"El pasado es un prólogo de que no la tendrán, los van a amordazar, los van a suprimir, los van a soslayar, porque él ve unas elecciones que se avecinan en menos de 60 días y está aferrándose a todo lo que pueda para fingir que ha sido un líder en este tema cuando no lo ha sido", dijo Harris.
Los científicos del gobierno de Estados Unidos se han comunicado con el público durante la pandemia, aunque algunas apariciones en los medios han estado limitadas y Politico reportó que un asesor de Trump intentó sin éxito modificar los mensajes sobre el coronavirus.
Luego se le preguntó a Harris si se pondría una vacuna aprobada y distribuida antes del 3 de noviembre, día de las elecciones.
"Bueno, creo que eso va a ser un problema para todos nosotros", respondió. "Diré que no confiaría en Donald Trump. Y tendría que ser una fuente de información creíble que hable sobre la eficacia y confiabilidad de lo que sea que él esté hablando. Su palabra no será suficiente para mí".
Posteriormente en la entrevista, Harris dijo que confiaría en que el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, el doctor Anthony Fauci, diera una evaluación precisa de una vacuna contra la covid-19 y coincidió en que en algún momento en el futuro habría una vacuna segura y efectiva disponible. También enfatizó la necesidad de un plan de distribución de vacunas.
A Biden se le preguntó el Día del Trabajo si se pondría la vacuna contra la covid-19 antes de las elecciones. "Me gustaría ver lo que dirían los científicos", respondió. "Quiero transparencia total sobre una vacuna. Uno de los problemas es la forma en que [Trump] está jugando con la política. Ha dicho tantas cosas que no son ciertas, me preocupa que si tenemos una vacuna realmente buena, la gente no quiera ponérsela. Y por eso está socavando la confianza del público".
"Pero le pido a Dios que la tengamos", continuó Biden. "Si pudiera ponerme una vacuna mañana, lo haría. Aunque me costara la elección, lo haría. Necesitamos una vacuna y la necesitamos ahora", dijo, y añadió, "Pero tenemos que escuchar a los científicos".
El mismo día en un evento virtual sindical, Biden también dijo que se pondría una vacuna contra la covid-19 "[solo] si fuera totalmente transparente, que otros expertos del país pudieran analizarla".
Más o menos en el momento en que Trump hizo sus comentarios en el mitin, la campaña de Biden publicó una declaración que describía varias medidas que el gobierno debería tomar para garantizarles a los estadounidenses que cualquier vacuna que reciba autorización es segura y efectiva, incluyendo la puesta a disposición del público de los datos junto con las declaraciones de Fauci, el personal profesional de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y el correspondiente comité consultivo sobre vacunas.
El presidente puede tener sus opiniones sobre por qué sus rivales hicieron declaraciones escépticas sobre una vacuna contra el coronavirus respaldada por Trump, pero es incorrecto sugerir que no apoyan una vacuna contra el coronavirus que haya sido completamente analizada y aprobada adecuadamente.
Algunos científicos han expresado preocupaciones similares a las de Biden y Harris acerca de que la FDA autorice una vacuna antes de que estén disponibles suficientes datos de la fase 3.
En junio, los profesores de la Universidad de Pensilvania Paul Offit y Ezekiel Emanuel, quien es asesor sobre el coronavirus para la campaña de Biden, escribieron un artículo de opinión en el New York Times advirtiendo que Trump podría intentar dar una "sorpresa de octubre" y lanzar una vacuna prematuramente para influir en las elecciones.
Otros expertos han publicado artículos similares en los que le piden a la FDA - la agencia que sería responsable de la autorización de una vacuna - que no actúe prematuramente ni ceda a presiones políticas.
Offit le dijo al New York Times en agosto que otros científicos que trabajan dentro del gobierno compartían sus preocupaciones y nos dijo que seguía preocupado por la influencia de la política en la aprobación de la vacuna contra la covid-19.
Señaló la creciente presión internacional y las decisiones previas de la FDA durante la pandemia de coronavirus, incluyendo la autorización, por parte de la agencia, del uso de emergencia de la hidroxicloroquina - que fue posteriormente revocada - y del plasma convaleciente, que aún no ha demostrado ser seguro y eficaz contra la covid-19.
Por supuesto, no a todos los científicos les preocupa que el gobierno autorice una vacuna sin la evidencia necesaria. Peter Hotez, decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical del Colegio Baylor de Medicina, nos dijo en junio que tenía fe en que la FDA no lanzaría una vacuna insuficientemente ensayada - una opinión que todavía mantiene - pero, sin embargo, le preocupaba el énfasis de la Casa Blanca en la rapidez.
"El mensaje de la Casa Blanca es extremadamente pobre y perjudicial", dijo, "por lo que en realidad está fomentando la desconfianza y creando un problema".
Es importante destacar que no hay indicios de que la administración se desviará de su plan de autorizar una vacuna solo después de que se obtengan los datos necesarios del ensayo de fase 3.
En el testimonio al Senado el 9 de septiembre, el director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), Francis Collins, dijo: "Puedo decir tajantemente que las decisiones sobre cómo se evaluará y valorará esta vacuna se basarán en la ciencia".
"La ciencia y solamente la ciencia será la forma como se tome esta decisión", añadió. "De lo contrario, no participaré".
Anthony Fauci ha ofrecido garantías similares. Explicó en una entrevista a CNN el 3 de septiembre dijo que los ensayos tienen consejos independientes de vigilancia de seguridad y de inocuidad que analizan los datos de manera intermitente, y señaló que la información se haría pública en última instancia. "Así que creo que podemos tener cierta confianza y fe en lo que dice la FDA", dijo. "Están diciendo muy explícitamente que tomarán la decisión basándose en los datos científicos y esperamos que ése sea el caso".
En una entrevista con la revista Science, Moncef Slaoui, el asesor principal de la operación Warp Speed, dijo que hasta ahora no había habido "absolutamente ninguna interferencia" en el proceso y prometió renunciar si eso cambiaba.
Y el 8 de septiembre, los directores ejecutivos de todas las empresas involucradas en el desarrollo de vacunas que reciben apoyo del gobierno estadounidense prometieron hacer de la seguridad la "máxima prioridad" y solo presentar potenciales vacunas "para aprobación o autorización de uso de emergencia después de demostrar la seguridad y eficacia mediante un estudio clínico de Fase 3 que se diseñe y realice para cumplir con los requisitos de las autoridades reguladoras expertas".
Las vacunas bajo otras administraciones
Trump se jactó de su capacidad única para proporcionar una vacuna rápida contra el coronavirus, y dijo en sus comentarios del 7 de septiembre que "si ésta fuera la administración Obama, no tendríamos esa vacuna ni en tres años, y probablemente no la tendríamos nunca".
En el mitin de Carolina del Norte al día siguiente, repitió la idea. "Esto le habría tomado dos o tres años al último gobierno, y siendo justos, a la mayoría de los demás gobiernos", dijo. "Lo hemos llevado a un nivel que nadie cree que sea posible y totalmente seguro".
Anteriormente había hecho afirmaciones similares, incluso en otro mitin en Carolina del Norte y en comentarios durante el mes de agosto.
En su opinión, solo él podría lograr una vacuna en un tiempo récord, pero es prematuro declarar la victoria. Y la idea de que ningún otro líder podría hacer lo mismo carece de fundamento.
Como hemos explicado antes, la idea clave detrás de la operación Warp Speed, que es desarrollar una vacuna antes de que se sepa que funciona para que se pueda distribuir más rápidamente si termina recibiendo la aprobación, no es nueva. Se realizó en 2009 para la vacuna contra la influenza H1N1.
Aunque el esfuerzo esta vez es mucho mayor, dada la mayor preocupación por la pandemia de coronavirus, no hay razón para pensar que otro presidente no habría ideado una estrategia similar, pues otros países y organizaciones están utilizando el mismo enfoque ahora.
Nicole Lurie, ex subsecretaria de preparación y respuesta durante el mandato de Obama, señaló que se estaban realizando esfuerzos similares en materia de vacunas en otros lugares del mundo y que empresas que no se involucraron con el gobierno estadounidense hasta hace poco estaban logrando buenos avances.
"A lo que realmente se debe el éxito es al auge de la ciencia", dijo.
Lurie, quien ahora asesora la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias, una organización dedicada al desarrollo de vacunas para detener epidemias, incluyendo la de covid-19, dijo que las inversiones en ciencia y experiencias de administraciones previas son las que han permitido una respuesta rápida en estas circunstancias extraordinarias.
"No habría sido posible tener esta respuesta sin las inversiones previas en ciencia y tecnología", dijo.
Un descubrimiento clave después de la pandemia de H1N1 de 2009, dijo, fue que las tecnologías de vacunas existentes eran simplemente demasiado lentas para las situaciones de pandemia. En 2010, el Consejo de Asesores de Ciencia y Tecnología del presidente publicó un reporte recomendando más inversiones y énfasis en métodos más rápidos de desarrollo de vacunas.
Después de ese reporte, dijo Lurie, comenzaron a haber inversiones, en gran parte de los NIH, para desarrollar nuevas plataformas de vacunas, que están dando frutos actualmente.
Un artículo del New York Times también explica que el trabajo que sustenta la vacuna de vector viral de Johnson & Johnson contra la covid-19 se remonta a más de una década, incluyendo los esfuerzos para crear una vacuna contra el zika antes de que Trump asumiera el cargo.
Collins, el director de los NIH, también señaló durante su testimonio del 9 de septiembre sobre las vacunas, que el esfuerzo de preparación ha tomado décadas. "Hubo cosas que el Congreso había hecho durante las últimas dos décadas, la creación de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado (BARDA, por sus siglas en inglés), y otras cosas que usted mencionó, que hicieron posible avanzar más rápidamente ahora", dijo.
La BARDA, que marcha a la vanguardia en el desarrollo y fabricación de vacunas contra la COVID-19, fue creada mediante una legislación que el presidente George W. Bush promulgó en 2006.
Aunque Trump debería tener cierto mérito por la operación Warp Speed, no tienen fundamento sus afirmaciones de que otras administraciones no podrían lograr resultados similares.
Progreso del ensayo de vacunas
Trump también exageró el progreso de los ensayos de vacunas en su conferencia de prensa del Día del Trabajo.
"Si hablas con tus fuentes en la FDA, verás que va muy, muy bien", le dijo Trump a un periodista cuando éste le pidió que le explicara sus comentarios sobre Biden y Harris. "Las cifras lucen increíblemente sólidas, increíblemente buenas".
Más tarde, continuó: "Sabes, tenemos 30,000 personas, en una sola vacuna en este momento, bajo ensayo en áreas muy, muy altamente infectadas. Así que podremos tener un buen resultado, de una forma u otra, muy pronto".
Ninguna empresa de desarrollo de vacunas ha alcanzado aún su objetivo de reclutamiento de 30,000 participantes para su ensayo de fase 3, aunque una está cerca.
Hasta el 7 de septiembre - el día en que Trump hizo sus comentarios - Pfizer/BioNTech había inscrito a 25,189 voluntarios en 39 estados, y Brasil y Argentina.
Hasta el 4 de septiembre, Moderna había inscrito a 21,411 participantes, todos dentro de Estados Unidos. Ese día, el director ejecutivo dijo que la empresa quería incrementar la participación de minorías en el ensayo, incluso aunque esto ralentizara el reclutamiento.
La tercera empresa que actualmente realiza una prueba de fase 3 en Estados Unidos, AstraZeneca, empezó un ensayo en el país el 31 de agosto, pero aún no ha comenzado el reclutamiento. El 8 de septiembre, la empresa suspendió su ensayo para investigar una posible reacción adversa en una mujer del Reino Unido.
Aunque la idea es probar múltiples vacunas potenciales para aumentar las probabilidades de que al menos una tenga éxito, no hay garantía de que alguna de las vacunas que se están probando funcione, a pesar de la afirmación de Trump de que habrá "un buen resultado, de una forma u otra, muy pronto ".
No está claro si Trump se refiere a cifras de reclutamiento o a datos de ensayos cuando dijo que "las cifras lucen increíblemente sólidas". Le pedimos una aclaración a la Casa Blanca, pero no recibimos respuesta.
Dado que estos son estudios son doble ciego (ni los científicos ni los participantes en el experimento saben quién está recibiendo qué tratamiento), el presidente ni nadie dentro de las empresas o la FDA saben cuán bien se está desempeñando la vacuna en los ensayos de fase 3 hasta el momento. Las únicas personas que tienen conocimiento de esa información son las de los consejos de vigilancia de datos e inocuidad.
Momento de vacunación
Durante la conferencia de prensa del Día del Trabajo, Trump discutió con un periodista sobre sus declaraciones anteriores en cuanto a cuándo se podría esperar una vacuna, indicando que dijo "para fin de año", no que "habrá" una vacuna antes de ese plazo.
"No dije lo que tú dijiste", insistió Trump. "Lo que indiqué es 'para fin de año'. Pero creo que incluso podría ser antes. En realidad, podría ser durante el mes de octubre. Podría ser antes de noviembre".
Revisamos los comentarios previos de Trump sobre una vacuna, y no encontramos ningún caso en el que declarara que definitivamente habría una vacuna disponible para octubre o noviembre. Pero ha sugerido que un marco de tiempo anterior es aún más probable. Expertos y funcionarios gubernamentales no coinciden con esa evaluación.
Desde mayo, Trump ha estado diciendo que habrá una vacuna lista "muy pronto", generalmente sin especificar lo que eso significa. Pero en una rueda de prensa el 4 de septiembre, Trump sugirió que era probable que hubiera una vacuna para octubre.
"Seguimos en vías de ofrecer una vacuna antes de fin de año y quizás incluso antes del 1 de noviembre", dijo. "Creemos que probablemente podamos tenerla en algún momento durante el mes de octubre".
Esa noche en un mitin en Carolina del Norte, Trump fue aún más explícito. "Se ofrecerá, la vacuna, antes de fin de año y, francamente, quizás incluso durante el mes de octubre. Creo que octubre es aún más probable".
En agosto, el presidente también dijo que pensaba que era probable que estuviera lista una vacuna alrededor del 3 de noviembre. "Me siento optimista de que probablemente será alrededor de esa fecha", dijo. "Creo que tendremos la vacuna antes de fin de año, ciertamente, pero alrededor de esa fecha, sí. Creo que sí".
Incluso en sus comentarios el Día del Trabajo, Trump se enfocó en fechas previas, mencionándolas con más frecuencia que las de finales de 2020. "[Se] va a hacer en un período de tiempo muy corto", dijo. "Incluso podríamos tenerla durante el mes de octubre".
"Así que vamos a tener una vacuna muy pronto, quizás incluso antes de una fecha muy especial", dijo en otro momento, refiriéndose a las elecciones. "Ya saben a qué fecha me estoy refiriendo".
Los expertos no coinciden con las predicciones más optimistas de Trump. En una entrevista con PBS el 8 de septiembre, Fauci dijo que era "poco probable" que una vacuna estuviera disponible para el día de las elecciones, y que una respuesta sobre cuán bien funciona una vacuna es "más probable para fin de año".
"Me siento cautelosamente optimista de que para fines de 2020 habrá surgido al menos una de estas vacunas y resultará ser segura y efectiva", dijo Francis Collins, director de los NIH, en su testimonio ante el Congreso el 9 de septiembre. "Pero incluso eso es una suposición. E indudablemente intentar predecir si sucederá en una semana en particular, antes o después de una fecha en particular a principios de noviembre, está mucho más allá de lo que cualquier científico en este momento pueda decirles sabiendo a ciencia cierta lo que está diciendo".
El director general de Pfizer también aclaró su anterior declaración de que esperaba saber si su vacuna funcionará para finales de octubre, explicando en el programa "Today" de NBC, el 8 de septiembre, que el marco de tiempo no implicaba que la vacuna ya estaría lista por ponérsela a la gente.
"En este momento, nuestro modelo, nuestro caso base, predice que tendremos una respuesta a finales de octubre. Por supuesto, esto es sólo una predicción", dijo. "Y esa es solo una respuesta".
El 3 de septiembre, Slaoui, el asesor de la operación Warp Speed, le dijo a NPR que había una probabilidad "muy, muy baja" de que los ensayos dieran resultados para finales de octubre. En cambio, sugirió que era más realista esperar que haya un número limitado de dosis de vacunas disponible para grupos de alto riesgo para fin de año, tras lo cual se ampliaría al resto de la población a mediados de 2021.
Este artículo fue publicado originalmente por FactCheck.Org el 11 de septiembre de 2020.
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