Trump engaña sobre las razones de la disminución en la tasa de letalidad de la covid-19

Durante casi dos meses, el presidente Donald Trump ha pregonado una disminución del 85% en la tasa de letalidad de la covid-19 en el país desde el mes de abril, y se la ha atribuido a los avances en el tratamiento. Pero los avances en el tratamiento son solo una parte de la historia.

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Jessica McDonald - FactCheck.org
El presidente ha cuestionado la efectividad de las mascarillas y ha criticado a sus propios expertos en salud.
El presidente ha cuestionado la efectividad de las mascarillas y ha criticado a sus propios expertos en salud.
Imagen Bloomberg/Bloomberg via Getty Images


Durante casi dos meses, el presidente Donald Trump ha pregonado una disminución del 85% en la tasa de letalidad de la covid-19 en el país desde el mes de abril, y ha atribuido la caída a los avances en el tratamiento. Pero los avances en el tratamiento son solo una parte de la historia.

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Los expertos dicen que una parte, quizás la mayor parte, de la disminución puede explicarse por la ampliación del número de pruebas y el hecho de que se están infectando personas más jóvenes, en lugar de las personas mayores que sufren un mayor riesgo.

Desde finales de julio, Trump ha esgrimido esta estadística imponente en conferencias de prensa y mitines, resaltando la efectividad de las terapias existentes y atribuyéndose el mérito de esos descubrimientos.

"Debido a los avances médicos que ya hemos logrado y nuestro mayor conocimiento sobre cómo tratar el virus", dijo el 27 de julio en una conferencia de prensa en Carolina del Norte, "la tasa de mortalidad de los pacientes mayores de 18 años es un 85% más baja que en abril; piensen en eso: un 85%".

A principios de agosto, Trump comenzó a mencionar medicamentos específicos, aunque aún no se ha demostrado en varios de ellos que sean efectivos para reducir la mortalidad por covid-19, y el conocimiento que se tiene sobre otro de ellos provino de un ensayo clínico británico.

"Estamos desarrollando una abundancia de terapias como el remdesivir, la dexametasona, tratamientos con anticuerpos -los tratamientos con anticuerpos están realmente funcionando bien, muy bien- y muchas más que nos han permitido reducir la mortalidad en un 85% desde abril", dijo en comentarios en una planta de Whirlpool, en Ohio, el 6 de agosto.

En mitines y otros discursos durante el mes de septiembre, la disminución de la mortalidad ha sido una de sus líneas más socorridas. "Mediante terapias innovadoras, redujimos la tasa de mortalidad en un 85% desde abril", ha dicho Trump, con ligeras variaciones, en más de 10 ocasiones, mencionando a menudo el medicamento antiviral remdesivir y el plasma de los convalecientes.

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En un entrevista con la presentadora de Fox News, Jeanine Pirro, Trump llegó incluso a sugerir que los tratamientos actuales son tan buenos que están "bastante cerca de una cura".

Trump, 12 de septiembre: "También hemos desarrollado terapias, si te fijas en el remdesivir y otros, el plasma. Fíjate en lo que hemos desarrollado y la cifra, estamos un 85% mejor en términos de muertes. Fíjate en el tipo de cifras, no sé si has visto esto, pero estamos... realmente estamos dejando atrás lo peor. Y esto en realidad lo hemos hecho sin nada más que lo que ya tenemos, pero ya tenemos algunas cosas muy buenas en términos de, yo diría que en términos de, no se puede usar la palabra cura todavía, pero bastante cerca de una cura. Vamos a estar bastante cerca de una cura".

En realidad, existen pocas terapias probadas para la covid-19.

"No estamos ni cerca [de] una cura", nos dijo Eric Meyerowitz, un especialista en enfermedades infecciosas del Sistema de Salud Montefiore en el Bronx, en un correo electrónico, "aunque ciertamente estamos mejor de lo que estábamos a principios de marzo cuando comenzaron los grandes repentinos en la ciudad de Nueva York y Boston".

Como explicaremos, la estadística de Trump es una referencia a la tasa de letalidad, que es una medida imperfecta de la mortalidad, pues depende en gran medida de las pruebas de diagnóstico. Aunque tiene razón sobre su disminución abrupta, da la impresión errónea de que esas mejoras se deben totalmente a los avances de tratamientos.

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El aumento del número de pruebas y una mayor proporción de infecciones entre las personas más jóvenes son factores significativos.

"Una gestión médica más efectiva puede estar influyendo en la disminución de la tasa de letalidad en Estados Unidos, pero sospecho que esta mejora ha sido pequeña en relación con la gran disminución", dijo en un correo electrónico Aaron Richterman, investigador de enfermedades infecciosas de la Universidad de Pensilvania.

Tasa de letalidad

Ni la Casa Blanca ni la campaña de Trump respondieron a las repetidas consultas sobre la fuente de la estadística del 85%, pero a nuestros colegas de PolitiFact les dijo la Casa Blanca que el presidente se estaba refiriendo a la tasa de letalidad, y les dijeron que consultaran un gráfico realizado por Jay Bhattacharya, profesor de medicina y economista de la Universidad de Stanford.

El índice de letalidad, o CFR [por sus siglas en inglés], es el porcentaje de muertes por coronavirus entre los casos confirmados.

En el gráfico, que monitorea el CFR semanalmente con un desfase de dos semanas para incorporar las muertes confirmadas con retraso, el índice CFR alcanza casi el 30% a mediados o finales de marzo, antes de su caída a aproximadamente el 10% el 1 de abril y de luego disminuir de forma sostenida a menos del 2% hacia finales de julio.

No está claro si la estadística específica de Trump se deriva del gráfico, aunque las cifras aproximadas coinciden con una disminución del 85% al 90% entre principios de abril y finales de julio. Bhattacharya nos dijo que compartió su gráfico con algunos colegas, pero que no sabía cómo la Casa Blanca se enteró de él.

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Llegamos a un resultado similar analizando un conjunto de datos sobre la covid-19 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades [CDC, por sus siglas en inglés]. Utilizando la relación entre muertes por covid-19 y casos probables y sospechosos de covid-19, calculamos un CFR bruto de 7.7% para todas las edades para el mes de abril. Esa cifra se redujo en un 83% hasta alcanzar el 1.3% en el mes de julio y cayó, aún más, a 0.9% para el mes de agosto, para una disminución total del 88% desde abril. (Nota: el CFR acumulativo sigue siendo mucho más alto, de un 3.4%, pues en ese índice predomina el mayor número de muertes al principio de la pandemia. Las cifras se pueden encontrar utilizando la herramienta de visualización.)

Independientemente de los datos exactos, Trump tiene razón en que la tasa de letalidad ha disminuido sustancialmente desde abril. En lo que se equivoca es en atribuirle el fuerte descenso a los avances en el tratamiento cuando también están en juego otros factores.

Hemos indicado antes los desafíos en la interpretación del índice CFR. Debido a que es solo un cálculo aproximado del número de muertes observadas, dividido por el número de casos identificados, no es un cálculo exacto del porcentaje de personas infectadas con coronavirus que mueren, pues es difícil saber el número real de infecciones.

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Al comienzo de la pandemia, cuando las pruebas aún estaban extremadamente limitadas, Estados Unidos no registró muchos de los casos menos graves de covid-19, lo cual invariablemente condujo a un CFR artificialmente alto. Conforme se expandió el número de pruebas, se incluyeron más y más casos.

"En los primeros días, solo se diagnosticaban los casos más graves, por lo que, como era de esperar, murió un porcentaje mayor de ellos en comparación con ahora, que se identifican muchos otros casos", explicó Richterman.

Durante el mes de abril, solo se realizaron alrededor de 5.3 millones de pruebas, en comparación con más de 23 millones en los meses de julio y agosto respectivamente, según el COVID Tracking Project.

También importa quién se enferma, y eso también ha cambiado con el tiempo. Richterman señaló que, desde el principio, ocurrieron muchos brotes en asilos de ancianos -lugares con personas mayores que padecen afecciones subyacentes-, donde la mortalidad por covid-19 es muy alta.

"Ahora la epidemia se está propagando más entre los jóvenes, personas que viven en entornos grupales, personas que trabajan en lugares cerrados donde no tienen la capacidad para distanciarse socialmente, etc.", dijo. "Muchas de estas personas tienen un riesgo de muerte inherentemente menor".

De hecho, los CDC publicaron un reporte el 23 de septiembre describiendo la distribución etaria que es cambiante entre los infectados con el coronavirus, señalando que en los primeros meses "la incidencia de covid-19 fue más alta entre los adultos mayores", pero que cambió a las personas de 20 a 29 años durante el verano. Ese grupo más joven representó más del 20% de los casos de junio a agosto.

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Ni cerca de una cura

Es probable que los avances en el tratamiento sean parte de la razón para la disminución del CFR, pero no es la única, como sugiere Trump.

Bhattacharya, quien ha dicho que la comunidad científica ha " reaccionado exageradamente" a la pandemia, nos dijo que ha habido "avances sustanciales" en el tratamiento de la covid-19 desde el inicio de la pandemia, incluyendo una "mejoría de los protocolos del uso de respiradores para personas con neumonía viral grave y la disponibilidad de medicamentos como el remdesivir y la dexametasona, lo cual, definitivamente, han mejorado los resultados".

Pero también dijo que otros factores que contribuyeron a la disminución del CFR fueron el cambio de los contagios hacia personas más jóvenes de menor riesgo y el hecho de que más pruebas generalizadas detectan casos de coronavirus leves o asintomáticos.

"No conozco ningún estudio que ... desglose sistemáticamente estos tres factores que contribuyen a la disminución del CFR", dijo. "Los tres son importantes y el hecho de que en el CFR influyan los cambios en estos tres factores hace de ésta una estadística que vale la pena seguir".

En su opinión, las altas cifras del CFR reportadas desde el principio "sembraron el miedo y el pánico", y añadió que "parece que lo responsable es informar que el CFR ha disminuido desde esos primeros días".

Otros expertos tenían más dudas sobre el impacto de los avances en el tratamiento.

"El pilar del tratamiento para los casos graves de covid-19 consiste en un cuidado paliativo excelente en la unidad de cuidados intensivos, y esto no ha cambiado fundamentalmente con el tiempo", dijo Richterman. "Dicho esto, en áreas que sufren epidemias muy grandes (me viene a la mente la ciudad de Nueva York), [es] plausible que los sistemas de salud desbordados no fueran capaces de brindar el mejor cuidado paliativo posible al principio de la pandemia".

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Tara C. Smith, epidemióloga de la Facultad de Salud Pública de la Universidad Estatal de Kent, también le dijo a PolitiFact que sospecha que lo que más importa en el caso de la disminución del CFR son los aumentos en el número de pruebas y el hecho de que se están infectando personas más jóvenes, y que los avances en los medicamentos serían "una parte mucho más pequeña del pastel".

Richterman señaló que, en términos de terapias específicas, solo hay dos tratamientos disponibles que se basan en evidencias: el remdesivir y el esteroide dexametasona.

"Aunque ambos pueden reducir el riesgo de muerte, solo se ha demostrado que la dexametasona lo hace, y esto representaría apenas una reducción moderada del riesgo de muerte en relación con la gran disminución en el índice de letalidad", dijo.

"Tenemos un largo camino por recorrer en nuestro tratamiento", añadió, contradiciendo la evaluación optimista del presidente sobre las terapias actuales contra la covid-19.

Aunque Trump enmarca el descubrimiento de la utilidad de la dexametasona como un logro estadounidense, fue el ensayo aleatorio controlado RECOVERY en el Reino Unido el que identificó por primera vez un beneficio en la mortalidad por el uso del fármaco en pacientes seleccionados que estaban hospitalizados con covid-19. El descubrimiento se anunció el 16 de junio, mucho después de que el CFR de Estados Unidos comenzara a disminuir.

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Ciertamente, algunos médicos estadounidenses utilizaban esteroides como la dexametasona antes de que se publicaran los resultados del estudio, pero hasta ese momento no estaba claro si el medicamento dañaría o ayudaría a los pacientes. Y el estudio reveló que la droga no ayudaba a los pacientes que no necesitaban oxígeno suplementario, y pudo haberlos dañado.

El remdesivir, fabricado por la empresa estadounidense Gilead Sciences, aún no ha demostrado que ayude a la sobrevivencia de pacientes con covid-19. El 1 de junio, el medicamento recibió una autorización de uso de emergencia por parte de la Administración de Medicamentos y Alimentos [FDA, por sus siglas en inglés] para casos graves de covid-19, con base en un estudio que reveló que el fármaco acortó el tiempo de recuperación entre los pacientes hospitalizados.

Los resultados del estudio apuntan a una posible ventaja en la sobrevivencia con el uso del medicamento: la mortalidad a 14 días fue del 7.1% entre quienes recibieron remdesivir frente al 11.9% entre quienes recibieron un placebo. Pero Meyerowitz dijo que el descubrimiento "no tuvo importancia estadística, por lo que con los datos disponibles no hay un beneficio claro del uso del remdesivir en la reducción de la mortalidad de los pacientes hospitalizados".

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Si datos adicionales llegan a mostrar que se mantienen esas cifras de mortalidad relativa, añadió, quienes reciban tratamiento con remdesivir tendrían un 30% menos de probabilidades de morir.

En cuanto al plasma de convalecientes, aunque algunos de los resultados son prometedores, tampoco se ha demostrado que reduzca la mortalidad por covid-19, como hemos escrito previamente.

Tras la autorización de uso de emergencia de la FDA para el plasma en pacientes hospitalizados con covid-19 el 23 de agosto, el Panel de Directrices de Tratamiento de la covid-19 de los Institutos Nacionales de Salud emitió una declaración explicando que "no hay datos que provengan de ensayos clínicos aleatorios bien controlados y con el suficiente poder estadístico" que demuestren que la terapia es segura y eficaz contra la covid-19.

La declaración señaló que el análisis que hizo la FDA del Programa de Acceso Ampliado de la Clínica Mayo para el plasma de convalecientes, que fue el núcleo de la decisión de conceder la autorización de uso de emergencia, no encontró diferencias en la sobreviviencia a siete días entre quienes recibieron plasma de alta concentración y quienes recibieron plasma de baja concentración. En cambio, solo se observó un beneficio de sobrevivencia de un subgrupo de pacientes que no estaban intubados, y entre ellos, 11% de los que recibieron plasma rico en anticuerpos murieron en una semana, en comparación con el 14% de los pacientes que recibieron plasma de baja concentración.

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Según los datos, el panel no recomienda ni desaconseja el uso de plasma.

Este artículo fue publicado originalmente en FactCheck.org el 25 de septiembre de 2020.

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