"Le tenía odio a los niños, los acribillaba como un animal", relata un sobreviviente de la masacre de Texas

Dos sobrevivientes hispanos de la masacre en la iglesia bautista de Texas el pasado domingo cuentan detalles escalofriantes de como se vivió el ataque en el que murieron 26 personas.

Video "Acribillaba a los niños como un animal", cuenta sobreviviente latino del tiroteo de Texas

"¡Todos van a morir!", gritó el atacante Devin Patrick Kelley cuando el domingo ingresó con un rifle a la First Baptist Church en Sutherland Springs, Texas, mató a 26 personas y dejó a decenas heridas.

Dos sobrevivientes hispanos del peor tiroteo masivo en la historia de Texas hicieron un estremecedor relato a Univision Noticias sobre la masacre.

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"No me quería ni mover. Si hablaba o me movía me iba a matar porque él remataba a la gente que se movía. Yo sobreviví porque me hice la muerta", cuenta Rosanne Solis, quien recibió un disparo en su brazo a pesar de que se refugió bajo los bancos de la iglesia.

En esos momentos de terror, su pareja Joaquín Ramírez, estaba a su lado. Intentó protegerla hasta que Solís le dijo que huyera y salvara su vida.

"La tenía abrazada... le dije adiós. Me escapé y salí gateando como pude (...) (el atacante) no me vio salir porque estaba de espaldas", cuenta entre llantos Ramírez y agregó que logró llamar al teléfono de emergencias 911 afuera del edificio.

Entre los 26 fallecidos está Annabelle Renee Pomeroy, de 14 años, hija del pastor de la iglesia bautista. Ramírez cuenta que estuvo al lado de ella en sus últimos momentos.

"Ella (Annabelle Pomery) pedía auxilio porque estaba herida. Yo le dije 'cállate' porque nos van a matar. Pero como ella estaba muy herida, yo no la pude halar. Y me dio mucha pena dejarla morir porque yo no pude hacer nada", cuenta Ramírez.

Los sobrevivientes señalaron que Kelley parecía particularmente ensañado con los niños que estaban dentro de la iglesia, a los que "acribillaba como un animal", según cuentan.

La masacre

Video "Yo me hice la muerta", dice una sobreviviente hispana de la masacre en Texas

Las autoridades aseguraron que Kelley vestía un chaleco antibalas y pasadas las 11 am hora local, salió de su vehículo, cruzó la calle y comenzó a disparar un arma tipo AR-15 fuera de la iglesia. Después ingresó al templo y continuó disparando. En la escena se encontraron 15 cartuchos de 30 disparos cada uno vacíos.

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Al salir de la iglesia, un residente local lo vio y le disparó lo que provocó que el sospechoso soltara su rifle y huyera.

El hombre que le disparó y otro que se sumó a la persecución lo siguieron e intercambiaron disparos. La huída terminó cuando Kelley se estrelló con su auto.

Las autoridades informaron que Kelley llamó a su padre para decirle que estaba herido y que no "lograría sobrevivir" mientras huía. El atacante fue hallado con tres heridas de bala, dos del tiroteo y una bala autoinfligida en su cabeza, dijo Freeman Martin del Departamento de Seguridad Pública de Texas

Kelley tenía en su vehículo dos armas más, además del rifle con el que atacó en la iglesia: una Glock 9mm y un Ruger calibre 22.


El reporte policial de este martes dice que Kelley "tenía problemas mentales" y un historial de amenazas de muerte contra familiares y oficiales de la Base de la Fuerza Aérea Holloman en la que trabajó durante algunos años.

También, en 2012, se declaró culpable ante una corte militar de haber maltratado a su mujer y al hijo de esta a quien le fracturó el cráneo en un ataque, algo que le valió ser expulsado de la fuerza.

En el ataque del domingo murieron personas de entre 18 meses y 77 años. Las autoridades advirtieron que de los heridos que están hospitalizados, 10 están en estado crítico.