A pocas semanas para su ejecución, el reo hispano Iván Cantú continúa luchando contra el sistema de justicia de Texas para demostrar su inocencia de un crimen por el que fue condenado.
Iván Cantú, el reo latino en el corredor de la muerte que lucha por evitar su ejecución en Texas en pocas semanas
Cantú fue sentenciado por la muerte de su primo y la prometida de este, quienes murieron baleados en su departamento. Sin embargo, tras 22 años de prisión, él mantiene su inocencia, asegura que hubo inconsistencias en el juicio y espera que suspendan la ejecución.

Cantú fue sentenciado por la muerte de su primo y la prometida de este, quienes murieron baleados en su departamento. Sin embargo, tras 22 años de prisión, él mantiene su inocencia, asegura que hubo inconsistencias en el juicio y espera que suspendan la ejecución. Si no sucede, será ejecutado el próximo 26 de abril a las 6:00 pm CT.
Sylvia Cantú, la madre del reo hispano, dijo en entrevista para Noticiero Univision que su hijo es inocente y que las pruebas que hay en su contra fueron “sembradas”.
“Mi hijo es inocente, él no cometió este crimen. Ojalá que pronto puedan presentar la evidencia que les permita dejarlo en libertad.
Cómo sucedieron los asesinatos por los que fue condenado Iván Cantú
Iván Cantú ha pasado los últimos 22 años de su vida en el corredor de la muerte, en la temida prisión de Polunsky, en Livingston, Texas. Ahora se siente en una carrera contrarreloj por tratar de demostrar su inocencia.
“No pienso en mi último día. Ya he decidido que ese día solo quiero una visita con mi madre”, dijo en entrevista con Noticiero Univison.
Fue declarado culpable por el asesinado de su primo, James Mosqueda, y la prometida de este, Amy Kitchen.
Los cuerpos de las víctimas fueron hallados en una recámara dentro de su residencia en Dallas, Texas, con múltiples disparos el 4 de noviembre de 2000.
Durante el juicio de Cantú en 2001, la fiscalía presentó evidencia que incriminaba directamente a Cantú, como el hallazgo de unos jeans y calcetas con manchas de sangre en el apartamento de Iván. El análisis de ADN arrojó que la sangre correspondía al de la víctima.
El móvil en el crimen, según los documentos del caso, fue la avaricia pues robó 13,000 dólares, cocaína y marihuana.
Tanto la madre como Iván alegan que la evidencia fue sembrada y no le permitieron llamar a ningún testigo.
Mientras su actual abogada se prepara para apelar el caso y presentar una moción que suspenda su ejecución, Cantú se aferra a su fe y mantiene viva la esperanza de ser exonerado.
“Ese es un proceso surrealista, cuando miras ese pedazo de papel y te das cuenta que dice que en este día te vas a morir y te van a llenar de químicos hasta tu muerte", sostiene.
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