Le dieron un 1% de probabilidades de sobrevivir pero tras dos meses de lucha recibió el alta
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A Gregg Garfield, un hombre de 54 años, los médicos del Hospital St. Joseph Providence de Burbank, California solamente le daban el 1% de probabilidades de sobrevivencia, pero, después de pasar postrado 64 días en una cama, fue dado de alta.
Garfield y un grupo de amigos viajaron al norte de Italia para esquiar, y, aunque todo parecía perfecto, nadie supo que habían estado expuestos al nuevo coronavirus.
“Tienes que entender; si me pierdo un día esquiar es como estar en mi lecho de muerte”, dijo Garfield a CBSLA de Los Ángeles.
Después que retornó de Europa, Gregg fue al hospital.
“La ambulancia llegó con el equipo completo de materiales peligrosos, y entré y fui el paciente cero en el hospital”, dijo a la televisora.
El coronavirus, justamente, era lo que le llevaría casi al borde del fallecimiento.
“La enfermedad comenzó y mi sistema inmunológico me comió vivo”, dijo Garfield, quien fue intubado y permaneció conectado a un respirador artificial durante 31 días.
Según un informe sobre él en el programa “Today Show”, Garfield sufrió neumonía e insuficiencia renal. También su presión sanguínea se desplomó, cambiando el color de la piel de sus dedos.
Su hermana Stephanie Garfield Bruno le dijo a KABC-TV que cuatro partes diferentes de sus pulmones colapsaron. Gregg no podía caminar.
“El médico de enfermedades infecciosas vino el otro día y me dijo: “Eres un milagro. Médicamente no deberías estar aquí”, dijo Garfield.
Después de 64 días de hospitalización, Garfield fue dado de alta y recibido por su novia, un amigo y su familia.
El 8 de mayo fue dado de alta. Era mediodía. Todo el personal de Providence St. Joseph se reunió para darle una ronda de aplausos para animarlo.
“Fueron días de miedo”
“Él se encontraba en una falla respiratoria cuando llegó el 5 de marzo al hospital y el respirador tenía que hacer todo el trabajo por él para mantenerlo con vida”, dijo a Univision Noticias el pulmonólogo Daniel K. Dea, quien atendió a Gregg Garfield. “En los primeros días sí pensé que lo perderíamos, fueron días de miedo, imagínese era el primer paciente de coronavirus que iba a tratar”.
El doctor agregó que, a las dos semanas observó que el paciente respiraba mejor y disminuían los síntomas iniciales de fiebre, tos y problemas de respiración, al tiempo que comenzó un proceso de “uso compasivo” de la droga remdesivir.
“Pensé que al administrarle remdesivir se sentiría mejor, y así fue”, declaró Dea. “Lo tuvimos que hacer porque le estaban fallando el hígado, los riñones y los pulmones, aun cuando él es un hombre atlético”.