El juez federal de distrito de Massachusetts, Mark L. Wolf, dijo que renunció a su carrera judicial de 40 años aludiendo al “asalto de la Casa Blanca contra el Estado de derecho”.
"Un asalto al Estado de derecho": juez que castigó a la mafia renuncia en protesta al asedio de Trump contra "adversarios" políticos
Las agresiones de Trump en contra de jueces que han calificado sus políticas como ilegales han venido acompañadas de una ola de “serias amenazas” en contra de juzgadores en todo el país.

En un escrito difundido por la revista The Atlantic titulado “Por qué estoy renunciando”, Wolf, quien durante su carrera juzgó en casos contra la mafia y la corrupción, dijo que dejó el cargo para “poder alzar la voz, apoyar litigios y colaborar con otras personas y organizaciones dedicadas a proteger el estado de derecho y la democracia estadounidense”.
“Mi razón es simple: ya no puedo soportar estar limitado por lo que los jueces pueden decir o hacer públicamente o fuera de los tribunales”, dijo Wolf, quien fue nombrado juez federal en 1985 por el entonces presidente Ronald Reagan.
Ahora, el presidente Donald Trump está utilizando “la ley con fines partidistas, atacando a sus adversarios mientras exime a sus amigos y donantes de investigación, enjuiciamiento y posible castigo”.
“Esto contradice todo lo que he defendido durante mis más de 50 años en el Departamento de Justicia y en la judicatura”, escribió Wolf, quien durante su carrera juzgó a líderes de la mafia de Boston como James ‘Whitey’ Bulger y Stephen ‘El Fusilero’ Flemmi.
Nixon operaba de forma "encubierta"; Trump lo hace de forma "abierta"
Para Wolf, quien comenzó su carrera como asistente de fiscales enfocados en el combate a la corrupción en la década de 1970, lo que Richard Nixon hacía de forma “esporádica y encubierta”, Trump lo hace de forma “rutinaria y abierta”.
“Las decisiones de la fiscalía durante esta administración son un claro ejemplo”, escribió Wolf.
Por ejemplo, dijo Wolf, la fiscalía encabezada por Pam Bondi está abriendo casos en contra de funcionarios y exfuncionarios como la fiscal general de Nueva York, Letitia James, y el exdirector del FBI, James Comey.
Estos casos van en contra de un principio de larga data en el Departamento de Justicia que previene a fiscales abrir casos que carecen de las evidencias necesarias para que terminen en una declaración de culpabilidad.
Wolf alertó sobre los casos recientemente abiertos por Bondi contra James y Comey porque fue el mismo Trump quien de forma abierta instruyó a la fiscal perseguirlos judicialmente en una publicación en TruthSocial.
Además de esto, el gobierno de Trump está acabando con las agencias encargadas de investigar la corrupción institucional.
“Trump también está desmantelando las oficinas que podrían y deberían investigar posibles casos de corrupción por parte suya y de su entorno”, dijo Wolf.
El Departamento de Justicia de Trump evade indagar presunta corrupción
“Evidentemente, el Departamento de Justicia ha optado por ignorar asuntos que en el pasado probablemente habría investigado”, agregó el exjuez.
Wolf dijo que algunos de estos asuntos involucran directamente a Trump. Por ejemplo, dijo, Trump convocó en abril de 2024 a multimillonarios del sector petrolero a su residencia de Florida, Mar-a-Lago.
En esa reunión, a la que acudieron empresarios del sector petrolero molestos por las restricciones ambientales impuestas por el entonces presidente Joe Biden, Trump les dijo que si reunían 1,000 millones de dólares para su campaña él rescinidiría esas regulaciones.
“Los ejecutivos recaudaron el dinero y Trump cumplió su promesa”, dijo Wolf.
Aunque podría ser que la inmunidad presidencial de Trump podría librarlo de una investigación criminal, “las empresas que realizaron los pagos, y las personas que actuaron en su nombre, podrían ser procesadas”.
“No hay indicios públicos de que el Departamento de Justicia de Trump haya investigado este asunto”, dijo Wolf.
Pero parece que Trump es el único funcionario de su administración aparentemente protegido contra investigaciones criminales, agregó el exjuez.
Otro funcionario que parece gozar de esa protección es el zar de la frontera, Tom Homan, quien según fue grabado por el FBI en el anterior gobierno recibiendo 50,000 dólares de una empresa ficticia creada como parte de la indagatoria federal.
“Sin embargo, tras la llegada de Trump a la presidencia, la investigación se cerró, alegando la Casa Blanca que no existían pruebas creíbles de delito”, dijo.
Luego de que se publicara la investigación del FBI, “Homan negó haber recibido 50,000 dólares de nadie y afirmó no haber cometido ningún delito”.
“Una investigación imparcial podría revelar quién dice la verdad”, sostuvo Wolf.
Exjuez denuncia inconstitucionalidad de órdenes ejecutivas
Además de la aparente renuencia del gobierno para castigar la corrupción, un buen número de las órdenes ejecutivas de Trump son “inconstitucionales e ilegales”, dijo el exjuez.
“Por ejemplo, contrariamente al lenguaje expreso de la Decimocuarta Enmienda, una orden declara que no toda persona nacida en este país es ciudadana estadounidense”, sostuvo.
Wolf añadió que “la administración Trump también ha deportado a inmigrantes indocumentados sin el debido proceso, en muchos casos a países con los que no tienen ninguna conexión y donde correrán un gran peligro”.
Los ataques de Trump en contra de jueces que han frenado sus políticas, dijo, han coincidido con una creciente ola de “serias amenazas” en contra de juzgadores.
“Hubo casi 200 (amenazas) solo entre marzo y finales de mayo de 2025. Estos incluyeron amenazas de muerte creíbles, cientos de llamadas telefónicas llenas de odio y entregas anónimas y no solicitadas de pizza realizadas falsamente en nombre del hijo de un juez federal, quien fue asesinado en la casa del juez en 2020 por un abogado descontento”, escribió.
Wolf reiteró que decidió abandonar su cargo como juez para poder denunciar lo que está ocurriendo.
“No puedo estar seguro de que lograré un cambio. Sin embargo, recuerdo las palabras del senador Robert F. Kennedy en 1966 sobre el fin del apartheid en Sudáfrica: ‘Cada vez que un hombre defiende un ideal, actúa para mejorar la vida de los demás o lucha contra la injusticia, genera una pequeña ola de esperanza’. Suficientes olas como estas pueden convertirse en un maremoto”, concluyó.
Mira también:







