Donald Trump despidió al supervisor de la comunidad de inteligencia, Michael Atkinson, el primer funcionario que informó al Congreso sobre la queja “urgente” que recibió de oficiales de inteligencia sobre las comunicaciones del mandatario con Ucrania y que terminaron disparando la investigación que condujo al juicio político del mandatario, reportan varios medios de comunicación que tuvieron acceso a la carta enviada a los parlamentarios.
Trump echa al funcionario de inteligencia que dio al Congreso la queja sobre Ucrania que llevó al 'impeachment'
El presidente notificó al Congreso de la medida la noche del viernes y generó una inmediata ola de críticas de los demócratas que lo acusan de politizar los servicios de inteligencia,


Según la carta dirigida a los líderes del Comité de Inteligencia del Senador, el republicano Richard Burr y el demócrata Mike Warner, Trump explica que ha perdido la confianza en Atkinson y que por tanto lo removerá de su cargo en un lapso de 30 días.
“Es vital que yo tenga la plena confianza en los asignados que sirven como Inspector General. Ese ya no es el caso con respecto a este Inspector General”, indica la carta que fue reseñada primero por la publicación especializada Politico.
Tras recibir la notificación, el senador Warmer calificó el despido de “irracional” y acusó al presidente de estar haciendo un esfuerzo continuo para politizar los servicios de inteligencia”.
“En medio de una emergencia nacional (por el coronavirus) es irracional que el presidente esté de nuevo intentando socavar la integridad de la comunidad de inteligencia despidiendo a otro oficial de inteligencia simplemente por hacer su trabajo”, indicó Warmer en un comunicado.
En septiembre de 2019 Atkinson informó a los jefes de los comités de inteligencia del Congreso que había recibido información creíble de una fuente de inteligencia de que en una llamada telefónica el presidente Trump había solicitado ayuda a una nación extranjera para investigar a su potencia oponente político en las venideras elecciones Joe Biden.
El también demócrata Adam Schiff, quien encabezó el equipo de fiscales acusadores en el juicio político a Trump que se realizó en el Senado, aseguró que se trataba de una “venganza” y otro “descarado intento del presidente de despojar de su independencia a la comunidad de inteligencia y tomar represalias contra aquellos que se atreven a exponer los errores presidenciales”.
Desde el fin del juicio político en febrero, varias personas que testificaron en las audiencias del Congreso en la investigación han sido despedidas de sus cargos, en lo que críticos del presidente han calificado como una operación de revancha.
El 7 de febrero, dos días despúes de su absolución, Trump despidió al teniente coronel Alexander Vindman y el embajador a la Unión Europea Gordon Sondland, cuyos testimonios ayudaron a los acusadores demócratas a describir una comunicación irregular entre el mandatario y el gobierno ucraniano.
Información al Congreso
Atkinson se opuso a la decisión del entonces directo de inteligencia interino Joseph Maguire de no presentar la denuncia a los parlamentarios, como indica la ley, y en cambio solicitar consejo del Departamento de Justicia.
Tras recibir la denuncia, Atkinson realizó las investigaciones internas que manda la ley y determinó que la acusación contra el presidente era "grave" y "creíble", por lo que procedió a informar a los congresistas preservando la identidad del denunciante.
A partir de allí, la Cámara de Representantes recién controlada por los demócratas, empezó audiencias de 'impeachment' y terminó acusando formalmente al presidente Trump de "abuso de poder" por las presiones sobre Ucrania y obstrucción al Congreso por no haber permitido que funcionarios de su administración testificaran en la investigación parlamentaria o suministraran la documentación que se les pedía.
A principios de febrero, como se esperaba, la mayoría republicana en el Senado garantizó que el presidente no fuera condenado al no lograrse el voto de los tercios de la cámara necesarios. Trump se convertió en el tercer presidente en ser juzgado por el Senado, después de Andrew Johnson en 1868 y de Bill Clinton en 1999.
El hoy despedido Atkinson fue nombrado por Trump para el cargo en noviembre de 2017, tras haber trabajado 16 años en el Departamento de Justicia.
El puesto de inspector general se encarga de supervisar las actividades dentro de la dirección nacional de inteligencia y manejar las denuncias que surjan internamente.
Ahora el presidente deberá presentar al Senado otro nombre para que sea aprobado en lo que es de esperar que vaya a convertirse en un nuevo pulso entre la Casa Blanca y la minoría demócrata en el Senado.




















