Tras evitar ir a prisión Arpaio asegura que no descarta lanzarse por un escaño en el Senado
El exalguacil de Maricopa, Arizona, Joe Arpaio considera aprovechar la publicidad del controvertido perdón del presidente para lanzarse a hacer campaña.
En una entrevista al diario Washington Examiner, Arpaio dijo que muchos le están pidiendo que rete al senador republicano Jeff Flake en la primaria para la reelección de 2018. Flake es uno de los republicanos más críticos en el Senado y Trump le ha atacado duramente en las últimas semanas.
"Podría lanzarme a la alcaldía (de Phoenix), podría lanzarme para ser legislador, podría lanzarme a por el Senado", dijo Arpaio el lunes al diario de la capital.
"Todo lo que digo es que la puerta está abierta y ya veremos qué pasa. Tengo apoyo. Sé qué apoyo tengo", añadió Arpaio, que a sus 85 años asegura que la edad no es un impedimento.
Arpaio fue condenado en julio por desobedecer a un juez que le ordenó que dejara de hacer arrestos de hispanos de quienes sospechaba que eran indocumentados. Esperaba recibir su sentencia el 5 de octubre y su pena podía ascender a más de seis meses de cárcel.
El perdón de Donald Trump a su aliado político Arpaio el pasado viernes en medio de la crisis por la llegada del huracán Harvey ha sido muy cuestionado entre otros motivos porque el presidente no pidió consejo al Departamento de Justicia, como es usual, y porque el crimen que cometió Arpaio (desacato a la orden de un juez federal) no es el típico que se presta a ser perdonado.
Expertos legales han advertido que el crimen cometido por Arpaio no solo quebrantó una ley aprobada por el Congreso, sino que va contra la Constitución misma, ya que atenta contra principios especialmente protegidos por la Carta Magna.
El perdón de Arpaio ha enfurecido en particular a la comunidad latina, para quien Arpaio es un símbolo de racismo.
Arpaio es un símbolo de los halcones de inmigración por su papel protagonista en la cruzada contra los indocumentados que libraron las autoridades de Arizona hace unos años y que tuvo su momento cumbre con la entrada en vigor de la SB1070, en 2010, una ley que autorizaba a la policía a hacer detenciones de acuerdo al perfil racial de los sospechosos.
