Rosie Ayliffe, la madre de una joven británica asesinada en un albergue en Australia escribió una carta abierta al presidente Donald Trump en la que rechaza que incluya su muerte en la lista de ataques terroristas -que según la Casa Blanca no recibieron suficiente atención mediática- para justificar su política migratoria, que ha llevado al veto temporal de entrada a EEUU a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana.
Madre rechaza que Trump incluya la muerte de su hija en la lista de ataques terroristas yihadistas
"La demonización de Estados naciones y sus poblaciones recuerda de forma terrorífica los horrores que pueden ocurrir cuando dejamos que ignorantes nos lleven hacia las tinieblas y el odio", escribe Rosie Ayliffe, cuya hija fue asesinada en Australia por un joven que gritó ‘Alá es grande’ y no quiere que su caso se incluya en el listado de ataques terroristas de la Casa Blanca.
Las autoridades descartaron que el asesinato de Mia fuera un atentado islamista.
Imagen Twitter de @RosieAyliffe
"La muerte de mi hija no será utilizada para promover esta persecución demente de inocentes", escribió en un mensaje en las redes sociales, en el que explica que las autoridades australianas descartaron desde un primer momento que se tratara de un ataque terrorista.
.@realDonaldTrump An open letter regarding the deaths of the heroic Tom Jackson and my daughter, Mia Ayliffe-Chung: pic.twitter.com/e4oK5eey0H
— Rosie Ayliffe (@RosieAyliffe) February 7, 2017
Los asesinatos el año pasado de Mia Ayliffe-Chung, de 21 años, y su compatriota británico Tom Jackson, fueron incorporados a una lista de 78 ataques terroristas que según la Casa Blanca fueron "ejecutados o inspirados" por el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, por su sigla en inglés) y que en opinión del gobierno de Trump, recibieron poca cobertura de los medios de comunicación.
"La posibilidad de que Mia y Tom murieran en un atentado islamista fue descartada desde el primer momento de la investigación", escribe Ayliffe.
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El ciudadano francés Smail Ayad fue acusado del doble asesinato. Las autoridades supieron que había gritado ‘Allahu Akbar' (Alá es el más grande, en árabe) antes de perpetrar el crimen pero la policía y las fuerzas antiterroristas francesas descartaron que se tratara de una persona que se hubiera radicalizado.
" Cualquier loco puede gritar 'Allahu Akbar' al cometer un crimen", escribe Ayliffe y advierte que "la demonización de Estados naciones y sus poblaciones recuerda de forma terrorífica los horrores que pueden ocurrir cuando dejamos que ignorantes nos lleven hacia las tinieblas y el odio".
La mader de la joven, evoca sus viajes por países de mayoría musulmanda donde dice que encontró
"respeto y hospitalidad".
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