No le hallaron la vena a un condenado a muerte y suspendieron su ejecución un año y medio

Es la tercera vez que una ejecución en EEUU es detenida una vez comenzada. La nueva fecha fijada para aplicar la pena de muerte a Alva Campbell, de 69 años y condenado por asesinato, es en junio de 2019.

Alva Campbell, de 69 años, iba a ser ejecutado este miércoles por inyección letal. Pero debieron detener el proceso porque los guardias de la prisión en Ohio no pudieron hallarle una vena.
Alva Campbell, de 69 años, iba a ser ejecutado este miércoles por inyección letal. Pero debieron detener el proceso porque los guardias de la prisión en Ohio no pudieron hallarle una vena.
Imagen Ohio Department of Rehabilitation and Correction/Vía Reuters

Habían pasado 30 minutos de la hora programada para que Alva Campbell, de 69 años, recibiera la inyección letal este miércoles. El equipo de la prisión en Lucasville, Ohio, primero intentó hallarle una vena en los brazos. No lo lograban. Buscaron ponerle el catéter entonces en su pierna derecha, justo debajo de la rodilla. Parecía que lo habían conectado en la canilla, pero de pronto el guardia de la prisión ordenó retirarlo y la ejecución fue pospuesta.

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Los abogados de Campbell ya habían advertido de las dificultades para aplicarle la pena capital a su cliente, creían que era casi imposible por sus problemas de salud. Sufre de fallas respiratorias tras años de ser fumador y durante un examen médico el martes tampoco pudieron encontrarle una vena. Incluso este miércoles fue trasladado a la cámara de la muerte en una silla de ruedas y al recostarlo en la camilla, los guardias le pusieron una almohada en la espalda para que respirara mejor durante el proceso.

La nueva fecha para su ejecución fue fijada de inmediato por el gobernador del estado, John Kasich, quien había negado una petición de clemencia para el anciano: 5 de junio de 2019, dentro de un año y medio.

La agencia AP cita al defensor de Campbell, David Stebbins, quien contó que una vez que le informaron al reo sobre la suspensión del proceso, chocó las manos con dos de los guardias y se secó las lágrimas. "Es un día que nunca olvidaré", dijo al manifestar la alegría de poder seguir con vida.

Esta es la tercera vez en la historia de las ejecuciones en Estados Unidos que el proceso es detenido una vez ya comenzado.

Campbell fue condenado a la pena capital por el asesinato de un joven de 18 años durante el robo de un auto hace dos décadas. Sus abogados aseguran que padece distintos problemas de salud además de los respiratorios, por los que recibe tratamiento cuatro veces al día. También camina con andadera ortopédica y lleva una bolsa conectada a su colon por una vía tras una colostomía.

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Gary Mohr, jefa del Departamento de Rehabilitación y Correccionales de Ohio, aseguró que el equipo que efectuaba la ejecución hizo lo mejor que pudo y explicó que las venas de Campbell habían sufrido cambios desde que fue examinado el martes.

Campbell había recibido su última cena: carne de puerco, macarrones, puré de batatas y leche. Tras la suspensión de la pena los familiares de la víctima que murió en 1997 debieron abandonar la sala.

Ohio es el séptimo estado con más reclusos en pabellones de la muerte, según el Centro de Información de la Pena de Muerte: hay 143 esperando su pena de muerte. En la lista está detrás de California (con 744), Florida (con 386), Alabama (con 193), Pennsylvania (con 169) y Carolina del Norte (con 154).

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