Le quitaron la cadena perpetua y ahora no se sabe dónde está: los misterios del último jefe del Cartel de Tijuana

El abogado californiano Mark Adams redactó en 2015 una moción en la cual destacaba las “dificultades” en prisiones de Estados Unidos que enfrentaba su cliente Francisco Rafael Arellano Félix, alias ‘El Tigrillo’, quien durante unos años fue el temido jefe del Cartel de Tijuana.

Adams señaló que el menor de los Arellano Félix había estado “continuamente segregado” y que pasaba 23 horas encerrado en una celda. Desde que fue arresto navegando por aguas internacionales en 2006 no tenía comunicación con otros reos y lo cambiaban continuamente de penal, reclamó.

“Como consecuencia, él ha tenido menos libertad que otros reclusos dentro del sistema penitenciario, menos oportunidades de participar en programas de la prisión y menos visitas a su familia”, redactó el juez federal Larry Alan Burns, citando al abogado en un documento que respondía a una moción.

“La corte acepta la afirmación del señor Adams de que la cooperación del señor Arellano lo ha puesto a él y a su familia en peligro”, agregó el magistrado.

En ese entonces, Arellano Félix ya había participado a lo largo de cinco años en decenas de entrevistas con agentes federales en las cuales proporcionó información “sustancial y significativa” que ayudó a identificar a capos de alto perfil y funcionarios corruptos, describió el juez Burns.

También reveló los métodos de los narcotraficantes y accedió a testificar contra otros capos.

Como premio, ‘El Tigrillo’ logró que redujeran su condena a cadena perpetua que le impusieron en 2007 y recibió otra a 23 años de cárcel en 2014. Pero la moción de su defensor legal reclamó que el gobierno había sido “demasiado tacaño” al recompensarlo y pidió que bajaran la condena a 19 años.

El juez Burns rechazó la solicitud de Adams, señalando que solo una larga condena evitaría que el Cartel de Tijuana “resucite bajo su liderazgo”.

Este es el último registro público en EEUU que existe sobre ‘El Tigrillo’. El sistema de prisiones (BOP) afirma que no aparece siquiera en su base de datos. Allí solo hay información sobre sus hermanos Benjamín, recluido en un penal de Virginia, y Francisco Rafael, quien fue liberado de una cárcel de este país en 2008 y lo asesinaron mientras estaba en una fiesta infantil en Los Cabos en 2013.

Por su parte, en días pasados se supo que su hermano Eduardo Arellano Félix saldrá en libertad el próximo agosto.

Tanto el Distrito Sur de California de la Fiscalía federal, como la DEA, declinaron comentar sobre la ubicación del último jefe del clan de los Arellano Félix.

Mark Adams, quien aún es representante legal de Arellano Félix, tampoco quiso hablar sobre su cliente.

“No tengo ninguna información que pueda revelar, lo siento”, dijo Adams a Univision Noticias.

- ¿Sigue usted siendo su abogado?, se le preguntó.

- Sí, respondió.

- ¿Está él en una prisión de Estados Unidos o ya no?

- Voy a declinar responder alguna pregunta, insistió el litigante.

“Simplemente lo desaparecen”

Emery Nelson, portavoz del Buró de Prisiones, dijo a Univision Noticias que “no podemos encontrar información” sobre este miembro de los Arellano Félix. Pero eso no significa que ya lo liberaron: puede estar bajo custodia de otra agencia federal. También es posible que en algún momento se vuelva un testigo protegido, por toda la información que ha revelado sobre su cartel, socios y enemigos.

El servicio de los US Marshals, que está encargado del programa que resguarda a quienes cooperan con las autoridades federales en casos de alto perfil, no respondió a las preguntas hechas por este medio sobre el paradero de este narcotraficante.

“Ya que el programa de testigos protegidos del Departamento de Justicia es para recopilar información y para acciones de inteligencia no van a decir que ‘El Tigrillo’ es un testigo protegido. Simplemente lo desaparecen”, dijo Guadalupe Correa, experta en narcotráfico y autora del libro Los Zetas Inc.

Gran parte del expediente judicial de Arellano Félix está sellado. La Fiscalía federal envió a este medio el acuerdo de culpabilidad, un documento que solo puede obtenerse con autorización. Este señala que ‘El Tigrillo’ tomó el mando el cartel en 2002, cuando su hermano Benjamín fue arrestado y Ramón fue asesinado. También afirmó que la organización ganaba más de 20 millones de dólares anuales.

“El acusado asesinó, participó y ordenó los asesinatos de varias personas en beneficio de las actividades de la organización de los Arellano Félix”, cita una de las 14 páginas del acuerdo, en la que este escribió las iniciales de su nombre (JA). “En múltiples ocasiones, el acusado castigó y ordenó el uso de violencia contra otros”, añade el documento, que el capo firmó el 8 de septiembre de 2007.

Dos meses después lo condenaron a cadena perpetua. ‘El Tigrillo’ tenía en ese entonces 37 años, pero se había vuelto uno de los criminales más buscados del mundo. Tras el dictamen del juez, un funcionario federal declaró que así concluían “dos décadas de tráfico de drogas y crimen”.

Mientras su ubicación continúa siendo un misterio, su hermano mayor Eduardo, quien era el operador financiero del Cartel de Tijuana, se prepara para salir de una prisión estadounidense en agosto.