Las acusaciones de Pence sobre Hillary Clinton: una guía para los perplejos

"Hablando de aceptar el resultado de las elecciones. Debo decirle, senadora, que su partido se ha pasado los últimos tres años y medio intentando revertir los resultados de las últimas elecciones. Es increíble. Cuando Joe Biden era vicepresidente de Estados Unidos, el FBI en realidad espió al presidente Trump y a mi campaña. O sea, se publicaron documentos esta semana de que la CIA en realidad remitió un caso al FBI documentando que esas acusaciones provenían de la campaña de Hillary Clinton".

- Vicepresidente Pence, en declaraciones durante el debate vicepresidencial con la senadora Kamala D. Harris, 7 de octubre

Si usted no ve habitualmente Fox News, estos comentarios de Pence durante el debate podrían haberle parecido sorprendentes.

Después de todo, un abogado especial designado por el Departamento de Justicia del presidente Trump documentó que el gobierno ruso, en sus más altas instancias, intentó influir en el resultado de las elecciones de 2016, y la campaña de Trump se benefició, en buen grado, de esa ayuda. Además, un informe bipartidista publicado en agosto por la Comisión de Inteligencia del Senado también concluyó que el gobierno ruso interfirió en las elecciones con el objetivo de elegir a Trump.

Como parte del complot, entidades vinculadas a Rusia hackearon el Comité Nacional Demócrata y las cuentas de correo electrónico del jefe de la campaña de Hillary Clinton. WikiLeaks fue repartiendo trocitos de información vergonzosa durante semanas, trastocando la campaña de Clinton con noticias que desviaban la atención.

Entonces, ¿cómo se convirtió Clinton, aparente víctima del plan ruso, en la instigadora?

Bienvenido a la realidad alternativa creada por Trump y sus colaboradores. El presidente nunca ha aceptado las conclusiones del fiscal especial Robert S. Mueller III, excepto para afirmar falsamente que Mueller lo exoneró. Trump se ha empeñado en demostrar que la campaña de Clinton, y no su propia campaña, estaba en efecto confabulada con los rusos.

El presidente ha logrado convencer a sus partidarios de que su versión alternativa es la verdad, con la ayuda de la cámara de resonancia de los medios conservadores, los legisladores republicanos y los funcionarios de la administración que están deseosos de publicar de forma selectiva documentos que puedan respaldar esta teoría.

Al mismo tiempo, la presi´ón de Trump ha arrojado evidencias de la incompetencia del FBI y ha desacreditado en gran medida un documento que alguna vez fue el foco de una gran atención mediática: el "expediente" de los supuestos vínculos de Trump con los rusos. Estas revelaciones le han dado bastante ímpetu a la realidad alternativa del presidente, especialmente entre sus seguidores.

He aquí una breve guía para los perplejos del lenguaje de Pence.

"Debo decirle, senadora, que su partido se ha pasado los últimos tres años y medio intentando revertir los resultados de las últimas elecciones".

Esta es una referencia a los frecuentes llamados de los demócratas de hacer un juicio político a Trump, comenzando con la investigación de Mueller. En última instancia, Trump fue llevado a ese juicio político por la Cámara de Representantes, por buscar ayuda ucraniana para investigar a Joe Biden a cambio de ayuda en seguridad y una visita presidencial [del gobierno de ese país] a la Casa Blanca. Fue absuelto en el Senado.

Cabe destacar que si Trump hubiera sido destituido de su cargo, Pence lo habría reemplazado. Así que sin importar lo que hubiera sucedido, un republicano habría seguido siendo presidente.

"Cuando Joe Biden era vicepresidente de Estados Unidos, el FBI en efecto espió al presidente Trump y a mi campaña".

A principios de 2017, Trump afirmó falsamente que Barack Obama le había intervenido el teléfono, una declaración que posteriormente fue rechazada en los tribunales por el Departamento de Justicia. Hasta el día de hoy, Trump personifica con frecuencia las acusaciones de "espionaje", incluso llamándolas el "Obamagate", como si fuera una conspiración dirigida por el propio Obama.

En el debate, Pence fue mucho más cuidadoso y dijo, en cambio, que el FBI espió a Trump y a la campaña. Hay tres elementos en esta afirmación que se basan en el hecho de que el FBI inició una investigación, conocida como "Crossfire Hurricane", después de recibir un aviso de un diplomático extranjero de que la campaña de Trump pudo haber tenido conocimiento previo de la publicación de correos electrónicos del DNC (Comité Nacional Demócrata) por parte de WikiLeaks.

• Un agente del FBI, parte de la investigación, asistió a una reunión informativa de seguridad para Trump en agosto de 2016. Michael Flynn, uno de los asesores de Trump, era objeto de la investigación Crossfire Hurricane y el agente escribió un memorándum sobre sus observaciones. "Durante las reuniones [sobre inteligencia], el escritor [del memorándum, Flynn] escuchó activamente temas o preguntas sobre la Federación Rusa", escribió, registrando los comentarios de Trump.
• Un informante del FBI en Europa, un profesor llamado Stefan Halper, se reunió en Europa en el verano de 2016 con al menos tres personas que trabajaban en la campaña de Trump.

• Se emitió una orden de vigilancia en octubre de 2016 relacionada con Carter Page, un asesor de política exterior de Trump, quien fue uno de los cuatro funcionarios de Trump bajo escrutinio (incluyendo a Flynn). La orden fue aprobada después de que Page dejó la campaña, pero Page dijo que se mantuvo en contacto con funcionarios de la campaña de Trump "durante la elección, la transición y posteriormente durante la administración de Trump". Dijo que el FBI lo interrogó sobre "mis mensajes de texto de principios de 2017 con Steve Bannon", uno de los principales asesores de Trump.

El inspector general del Departamento de Justicia investigó los orígenes de la investigación y encontró numerosos errores. También encontró que el umbral para iniciar una investigación de contrainteligencia era bastante bajo. Pero "no encontramos evidencia documental o testimonial de que el sesgo político o la motivación inapropiada influyeran en [la] decisión de iniciar Crossfire Hurricane", dijo el informe.

"O sea, se publicaron documentos esta semana de que la CIA en realidad remitió un caso al FBI documentando que esas acusaciones provenían de la campaña de Hillary Clinton".

Esta frase puede parecer una incongruencia, pero tendría sentido para cualquiera que esté inmerso en la historia [versión] alternativa [de Trump]. El elemento clave es la falsa afirmación promovida por Trump desde 2017 de que la campaña de Clinton en efecto se confabuló con los rusos, a pesar de que las actividades rusas perjudicaron su campaña.

John Ratcliffe, un incondicional de Trump a quien recientemente se le nombró director de inteligencia nacional, ha estado desclasificando documentos que contribuyen a promover esta teoría. El día antes del debate, Ratcliffe publicó notas (con muchos textos suprimidos) que el director de la CIA durante el mandato de Obama, John Brennan, escribió a mano luego de una reunión informativa para el presidente. También publicó un memorándum de la CIA.

Las notas de Brennan parecían referirse a inteligencia procedente de fuentes rusas sobre "la presunta aprobación por parte de Hillary Clinton de una propuesta de uno de sus asesores de política exterior para difamar a Donald Trump provocando un escándalo que alegue interferencia por parte del servicio de seguridad ruso". El memorándum de la CIA (también con muchos textos suprimidos) estaba dirigido al oficial del FBI a cargo de la investigación Crossfire Hurricane, haciendo referencia a la acusación.

En septiembre, Ratcliffe les había enviado una carta a las Comisiones de Inteligencia de la Cámara y el Senado sobre esa denuncia. "A finales de julio de 2016, las agencias de inteligencia estadounidenses recibieron información sobre el análisis de inteligencia rusa que alegaba que la candidata presidencial estadounidense Hillary Clinton había aprobado un plan de campaña para provocar un escándalo contra el candidato presidencial estadounidense Donald Trump, al vincularlo con Putin y el hackeo del Comité Nacional Demócrata por parte de los rusos", decía la carta. "La CI [comunidad de inteligencia] no conoce la precisión de esta acusación o hasta qué punto el análisis de la inteligencia rusa puede reflejar una exageración o fabricación".

¿Leyó bien la última oración? Esa es la clave de que todo esto podría ser un chisme sin sentido. En tiempos normales, el director de inteligencia nacional no publicaría lo que son esencialmente archivos de inteligencia sin procesar.

Además, tenga en cuenta que Pence omitió esa salvedad. Trató esto como un hecho establecido -que la CIA "documentó" las acusaciones al FBI-. En realidad, simplemente transmitió la inteligencia procedente de fuentes rusas. Incluso podría tratarse de desinformación rusa, aunque Ratcliffe emitió un comunicado diciendo que no hay evidencia de eso.

En este punto es difícil considerar que esos documentos tengan mucho valor. El FBI parece no haber hecho nada con la remisión del caso. "Eso no me suena", dijo el exdirector del FBI James B. Comey en la Comisión del Senado para Asuntos Judiciales la semana pasada.

En junio de 2016, el Washington Post informó por primera vez que los piratas informáticos del gobierno ruso habían hackeado el Comité Nacional Demócrata. En julio, los funcionarios de la campaña de Clinton llamaron abiertamente la atención sobre los posibles vínculos entre Rusia y la campaña de Trump, lo cual provocó furiosas negaciones por parte de la campaña de Trump. Es posible que la inteligencia estadounidense simplemente haya detectado a funcionarios rusos comentando lo que era evidente para cualquiera que estuviera siguiendo la campaña electoral.

Mientras tanto, la campaña de Clinton le había pedido a una empresa de investigación, Fusion GPS, que investigara si Rusia estaba intentando influir en la campaña, los vínculos personales y comerciales de Trump con Rusia y si había alguna conexión entre la campaña de Trump y Rusia. Esa solicitud llevó a la contratación de un exespía británico, Christopher Steele, quien produjo una serie de informes que ahora se conocen como "el expediente".

Numerosas investigaciones y demandas han puesto en tela de juicio muchos de los detalles de sus informes, incluyendo sus métodos y fuentes. Aun así, el FBI confió en Steele para obtener cierta información mientras realizaba su propia investigación. Además, [el exdirector del FBI] Comey reveló la existencia del expediente en su primer encuentro con el presidente electo. La financiación de la investigación de Steele por parte de la campaña de Clinton solo surgió meses más tarde, mucho después de la publicación del expediente. La revelación provocó nuevas acusaciones de que Clinton estaba detrás de la investigación del FBI sobre Trump, quizás trabajando en confabulación con las fuentes rusas de Steele.

Al final, el inspector general del Departamento de Justicia concluyó que "los informes de Steele no jugaron ningún papel en el inicio de Crossfire Hurricane". Pero eso no ha evitado que Trump y sus aliados señalen con el dedo a Clinton, razón por la cual Pence la mencionó en el debate.

Este artículo se publicó originalmente en The Washington Post el 9 de octubre de 2020.

Esta verificación de datos forma parte del convenio FactChat, coordinado por la International Fact-Checking Network (IFCN) con el apoyo de WhatsApp. El objetivo del proyecto es llevar mejor información en español durante las elecciones presidenciales de los EEUU en 2020. Este y otros chequeos políticos los puedes recibir directo por WhatsApp haciendo click aquí o registrando el número +1 727-477-2212 y escribir "Hola". Te esperamos.

¿Viste algún error o imprecisión? Ayúdanos a corregirlo. También queremos leer si tienes una propuesta de verificación del discurso político o imágenes: eldetector@univision.net

Aquí te contamos sobre nuestra metodología y política de corrección.

#chatbot