Un preso escapa de la cárcel, lo arrestan de nuevo, pero gracias a un error administrativo vuelve a darse a la fuga

El 30 de mayo Gerónimo Espericueta, de 47 años de edad, y otro recluso, Jason Michael Brown, escaparon del Centro de Detención Regional del Condado Pulaski, en Little Rock, Arkansas.

Los dos fugitivos rompieron una escotilla y atravesaron el techo del baño de la prisión para fugarse, según las autoridades.

Espericueta enfrentaba cargos por drogas en Arkansas; mientras que Brown, de 31 años, fue detenido por cargos de robo.

Después de estar fugitivos por unas horas, fueron recapturados el 31 de mayo en la carretera interestatal 25 cerca de Hatch, Nuevo México.

La Policía de Nuevo México tuiteó una fotografía de los dos fugitivos a los que habían logrado poner de nuevo tras las rejas.

Incluso, las autoridades emitieron un comunicado para destacar la efectiva acción policial en menos de 48 horas, lo cual “debe enviar un mensaje de que este tipo de delitos recibirán toda la fuerza y los recursos del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos”.

Sin embargo, poco duró el júbilo oficial, ya que Espericueta fue liberado del Centro de Detención del Condado de Doña Ana porque un oficial colocó sus papeles en la carpeta equivocada. Fueron archivados en el Tribunal de Distrito en lugar del Tribunal de Magistrados.

Como consecuencia, la jueza que debía ver la presentación de Espericueta ante el tribunal nunca tuvo la documentación y se vio forzada a dejar al preso en libertad, textualmente, por falta de caso.

Eso fue la tarde del lunes. Ahora la Policía de Nuevo México informó que sigue trabajando con los Marshalls de Estados Unidos para tratar de capturar por tercera vez a Espericueta.

Las autoridades instaron a la ciudadanía a llamar al 911 en caso de que haya alguna información que dé con el paradero de este fugitivo de la justicia.

Brown, en cambio, volvió a quedar tras las rejas