Por Manuel Ernesto Rivera
Utuado parece haber quedado olvidado en el tiempo tras el paso de María por Puerto Rico
Univision Noticias entrevistó a miembros de tres familias de Sotomayor que gracias a su ingenioso invento cruzan de un lado al otro el Río Grande de Arecibo para poder ir a citas médicas y la escuela, entre otras diligencias diarias.

PUERTO RICO.- En Utuado, un pueblo de la región montañosa central de Puerto Rico, el tiempo parece haberse detenido después del azote del huracán María, el pasado 20 de septiembre.
Las familias de barrios cercanos al casco urbano aún pasan innumerables vicisitudes que no los amilanan.
No obstante, se quejan de la lentitud con que las autoridades gubernamentales, federales y militares atienden la emergencia.
Univision Noticias entrevistó a miembros de tres familias de Sotomayor que gracias a su ingenioso invento cruzan de un lado al otro el Río Grande de Arecibo para poder ir a citas médicas y la escuela, entre otras diligencias diarias.
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Viven en el barrio Caniaco y cruzan hacia el pueblo en un carrito que se desliza por un cable y que es halado por sogas para poder ir al casco urbano a adquirir gasolina y otros artículos de primera necesidad.
Zoraida Aquino, quien padece de diabetes y fue operada de una pierna, dijo que todavía le da un poco de miedo utilizar el "zip line casero", pero no tiene otro remedio. Su hijo Christan, de 14 años, y su esposo Héctor la ayudan diariamente a cruzar el caudaloso cuerpo de agua que, además, está contaminado.
“Soy una carga para ellos, porque ellos me tienen que ayudar.Soy diabética entonces ellos me tienen que ayudar a subir para que no me de un cantazo o me caiga. Conmigo se les hace un poquito más complicado para ellos”, dijo resignada.
Acceso temporal
Su pedido al gobierno, los militares y la Administración Federal para el Manejo de Desastres (FEMA en inglés) es que construyan un acceso temporal, lo antes posible, para que no tenga que arriesgar su vida y la de sus seres queridos.
El patriarca, Héctor Sotomayor, destacó que para el huracán Georges en 1998 ya a los 12 días habían restablecido un puente temporero, pero esta vez, pasados 51 días, denunció que: “el municipio está de vacaciones”.
Pero los Sotomayor no son los únicos que viven esta agonía.
En el sector 3/15 o Adrián Torres, las familias que se autodenominaron el “Campamento de los Olvidados” también hacen de tripas de corazones bajando y subiendo unas escaleras de madera improvisadas para cruzar desde un puente colapsado hacia el otro extremo del pueblo.
Mildred Santiago, de 53 años de edad, cruza casi a diario para darle agua a su mamá, Carmen Rivera, quien no puede contener las lágrimas ante la preocupación de que su hija se caiga por las escaleras.
“Por qué estás llorando otra vez. Cada vez que vienes, lloras”, le dijo a su madre cuando la abrazó al otro lado del río.
La familia criticó la lentitud con la que se realizan las labores de recuperación, pese a que la Guardia Nacional mantiene control del pueblo.














