Habla el mexicano que estaba en uno de los spas de los tiroteos de Atlanta: su esposa es una de las víctimas

Delaina Ashley Yaun, de 33 años, solo quería disfrutar una tarde para relajarse con su esposo, Mario González, y esa fue la razón por la que acudió a un centro de masaje en el área metropolitana de Atlanta la tarde del martes. La cita acabó en tragedia. Delaina, madre de una bebé de ocho meses y un adolescente de 13, es una de las ocho víctimas de la masacre en tres spas ocurrida en Georgia.

“Primero escuché dos disparos. Escuché otro, pero ya más lejano. De momento se me vino a la mente que era mi esposa”, relata González, de origen mexicano. “Pido justicia, por mi mujer. ¿Te imaginas? ¿Qué voy a hacer yo… con una niña de ocho meses, un niño de 13?”, dijo a Univision Noticias. La pareja llevaba menos de un año casada.

González estaba tomando un masaje en una sala al lado de donde se encontraba su esposa. Salió al exterior y la policía lo detuvo sin razón aparente. " No me dieron razones, me ignoraron. No sé si así es su trabajo... se portaron mal, no sé si por ser mexicano".

Delaina, una mujer rubia que trabajaba en la cocina de un Waffle House, es recordada por una amiga suya, Rose Luce, como una persona generosa. Luce perdió su trabajo a consecuencia de la pandemia y dijo que la esposa de Mario González le abrió las puertas de su casa. “Me recibió a mí, a mi novio y a nuestro perro en su casa, porque se preocupaba por mí”, relató a The Guardian.

Uno de los excompañeros de trabajo de la joven madre coincide en la descripción de Luce. “Era una bella persona, 100% bondadosa”, afirmó John Beck, de 27 años, exgerente de Waffle House, a Los Angeles Times. “Era el tipo de persona que habría dado su camisa a alguien que lo necesitara”.

“Era el tipo de persona que se merecía la felicidad”

Beck relató que Delaina pagaba la comida de personas sin hogar que llegaban al restaurante, les regalaba ropa e incluso los invitaba a su casa para que pudieran bañarse.

Delaina sacó adelante a su hijo mayor sola por varios años. Apenas el año pasado conoció a González, quien sería el padre de su segunda hija, Mia, una bebé de ocho meses de edad. “Tuvo una bebé, se casó”, recordó Beck. “Era verdaderamente feliz y era el tipo de persona que se merecía la felicidad”.

La breve historia de amor de Mario y Delaina terminó el martes, cuando decidieron ir al spa atacado por Robert Long, un hombre de 21 años a quien la policía del condado de Cherokee ha señalado como el responsable de la masacre.

“Solo quería un día para ella y su marido, pasar un rato juntos, solo quería que les dieran un masaje”, contó entre lágrimas su madre, Margaret Rushing. “¡Le arrancaron la vida y no sé por qué!”, dijo ante las cámaras de la emisora local CBS46. “Tanta gente inocente… mi hija era una de ellas, era una persona maravillosa. Ella no se merecía esto”.

“Esta familia está rota por este hombre [el atacante], es demasiado difícil para todos porque este hombre nos quitó a un ángel inocente”, dijo la tía de Delaina, Constance Seats. “Su madre, su hermana, su hijo, su esposa, su hija… todos con el corazón roto”.

Dana Toole, una de las hermanas de Delaina, dijo que su cuñado, el hombre que describe en español cómo escuchó los tiros que mataron a su esposa, “está pasando un momento muy duro”.