Los padres de Christian Glass, un joven de 22 años de Colorado que murió tiroteado por un alguacil mientras sufría una crisis de salud mental, serán indemnizados con $19 millones por agencias gubernamentales estatales y locales, según un acuerdo anunciado el martes.
La policía de Colorado lo mató a tiros cuando sufría una crisis de salud mental. Ahora, su familia será indemnizada con $19 millones
El joven Christian Glass murió tiroteado por unos policías que intentaron sacarlo de su camioneta cuando tenía una crisis de salud mental. Aparte de la indemnización, los padres consiguieron que se entrene a los agentes para este tipo de situaciones.

Además de la indemnización, la mayor por una muerte causada por un policía en Colorado, incluye cambios en la forma en que se capacita a los oficiales para enfrentar ese tipo de situaciones.
Así, el condado de Clear Creek establecerá un equipo de respuesta a crisis de salud mental y la oficina del alguacil capacitará y certificará a todos los agentes para intervenir en estos casos, según documentos publicados por sus abogados.
El estado de Colorado, que tenía tres oficiales en la escena de la muerte de Glass el 11 de junio de 2022, creará un programa de entrenamiento de realidad virtual para la Patrulla Estatal basado en el tiroteo, que se centrará desescalar situaciones que involucran a oficiales de diferentes agencias.
También se mostrará un mensaje de video de Simon y Sally Glass a los policías estatales y a los oficiales de la División de Juegos al comienzo de su capacitación. El programa se enfoca en alentar a los oficiales a intervenir si creen que un compañero de las fuerzas del orden se está sobrepasando o necesita alejarse de un incidente.
Siddhartha H. Rathod, abogado de la familia, dijo que esperan que escuchar su historia ayude a los oficiales a reunir la fuerza para intervenir si es necesario. Las imágenes de la cámara corporal no indicaron que los oficiales de otras agencias intentaran detener que le dispararan a Glass.
“Cualquiera de los siete oficiales allí podría haber detenido esto simplemente diciendo algo. Quieren empoderar a las fuerzas del orden público para que se atrevan a hacerlo”, dijo sobre el tiroteo.
Los policías hicieron escalar la situación innecesariamente y terminaron matando a Glass
El acuerdo, al que también se unieron las comunidades de Georgetown e Idaho Springs, es el más grande por una muerte a manos de un agente policial en Colorado, superando los $15 millones alcanzados en 2021 por la muerte de Elijah McClain.
El bufete de Rathod también representó a la madre de McClain, un hombre negro de 23 años que murió en 2019 después de que la policía en el suburbio de Aurora, en Denver, lo inmovilizara por la fuerza y un paramédico le inyectara ketamina, un poderoso sedante.
El exayudante del alguacil del condado de Clear Creek Andrew Buen, quien le disparó a Glass, y su supervisor, el exsargento Kyle Gould están siendo procesados por la muerte.
Un gran jurado descubrió que ambos causaron la innecesaria escalada que llevó al enfrentamiento después de que el propio Glass llamara al 911 para pedir ayuda. Gould no estaba en el lugar, pero seguía cómo se desarrollaban los eventos en las imágenes de la cámara corporal y autorizó a los oficiales a retirar Glass de su vehículo, según documentos judiciales.
Los abogados de ambos oficiales intentaron sin éxito que se desestimaran los cargos en su contra. Si bien el abogado de Buen se opuso a cómo se presentó la información al gran jurado, el abogado de Gould argumentó que Glass debía ser evaluado por drogas, alcohol y problemas de salud mental y que no se le podía permitir que se fuera manejando un auto.
Glass, cuyo automóvil quedó atascado en un camino de tierra, inicialmente le dijo a la persona que lo atendió en el 911 que lo estaban siguiendo e hizo otras declaraciones que, según la acusación, mostraban que estaba paranoico, alucinando o delirando y experimentando una crisis de salud mental.
Las imágenes de la cámara corporal de los oficiales mostraban a Glass negándose a salir de su automóvil, haciendo formas de corazón con las manos a los oficiales y rezando: "Querido Señor, por favor, no dejes que rompan la ventana".

Después de aproximadamente una hora de negociaciones, los oficiales decidieron acceder por la fuerza al auto a pesar de que no había indicios de que Glass representara un peligro o fuera sospechoso de un delito, según el gran jurado.
Una vez que se rompió la ventana, las imágenes de la cámara corporal muestran a los oficiales disparando a Glass y luego con el táser. Glass blandió un cuchillo en “un estado de pánico total y en defensa propia”, según el gran jurado. Buen luego disparó su arma cinco veces contra Glass.
El gran jurado encontró que en ningún momento el otro oficial estuvo en “peligro inminente de ser apuñalado por Glass”.
“De no haber sido por la decisión de Gould de sacar a Glass del vehículo, no hay razón para creer que habría sido un peligro para el personal policial, para él mismo o para cualquier miembro del público”, dice la acusación.
Las imágenes de la cámara corporal no muestran a oficiales de otras agencias, incluida la Patrulla Estatal de Colorado, la división de juegos y la policía de las ciudades cercanas de Idaho Springs y Georgetown, intentando detener el asalto al vehículo.
Cuando los padres de Glass pidieron públicamente por primera vez que se rindieran cuentas por la muerte de su hijo el año pasado, Sally Glass dijo que Christian estaba "aterrorizado" y que los oficiales no sintieron empatía por él. Pidió a la gente que orara por su hijo y por un cambio estructural en la policía.
“Deberían estar protegiéndonos, no atacándonos”, dijo.






