El republicano de las declaraciones más racistas y antiinmigrante pierde en primarias y saldrá del Congreso

Tras 18 años en la Cámara de Representantes, Steve King, de Iowa, perdió en las primarias republicanas ante un contrincante igualmente conservador pero con un historial de declaraciones menos polémico que el del derrotado

Steve King no sobrevivió el aislamiento al que lo sometió el Partido Republicano desde 2019.
Steve King no sobrevivió el aislamiento al que lo sometió el Partido Republicano desde 2019.
Imagen Tom Brenner/Getty Images

En los últimos veinte años, Steve King había logrado mantenerse como representante por el estado de Iowa, pese a su historia de abiertas declaraciones racistas y duras posiciones contra la inmigración que bordeaban la xenofobia, hasta este mini-Supermartes, en el que perdió la posibilidad de buscar la reelección en noviembre.

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En las primarias republicanas en el estado, King perdió ante el senador estatal Randy Feenstra, un conservador que contó con el respaldo de la estructura del Partido Republicano, que le quitó su apoyo al que por los últimos 18 años había sido representante en Washington, primero del Distrito 5 y, luego, tras un rediseño de circunscripciones electorales, del Distrito 4.

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“Llamé a Feenstra hace poco y reconocí su victoria en la carrera”, se le escucha decir a King en un video colocado la mañana del miércoles en su página de Facebook. “Y le destaqué que hay algunos poderosos elementos en el pantano (como se refieren algunos conservadores a la clase política en Washington DC) y él va a tener unos tiempos terriblemente duros luchando contra ellos”.

Feenstra obtuvo casi el 46% de los votos, frente al 36% de King, en unas elecciones en las que por primera vez todos los electores de Iowa recibieron boletas para votar por correo.

Aislamiento políticamente mortal

King, de 71 años, no sobrevivió el aislamiento del que fue objeto por parte del Partido Republicano luego de que dijera en una entrevista con The New York Times en enero de 2019 que no comprendía cómo ni cuándo “el nacionalismo blanco, el supremacismo blanco” se había vuelto un concepto ofensivo.

Tras una larga y documentada historia de declaraciones xenofóbicas, racistas y contra los inmigrantes, finalmente esas palabras la ganaron el rechazo generalizado de la dirección del partido, que lo sacó de las comisiones en las que trabajaba en el Congreso.

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King dijo en su defensa que sus palabras habían sido descontextualizadas por los medios y aprovechadas por la dirigencia del partido para ejecutar una “venganza” en su contra.


Durante la campaña, el saliente representante trató de alinearse como un soldado del presidente Donald Trump, pese a que el mandatario no le ofreció su respaldo. King afirmó en un debate reciente que su ostracismo político había sido obra de los “nunca Trump”.

En su mensaje reconociendo la derrota repitió la idea al afirmar: “Esto surge de un esfuerzo por sacar la vos más fuerte de todo el espectro conservador constitucional cristiano que existe en el Congreso de Estados Unidos”.

De conservador a conservador

El hartazgo del partido con King se expresó en que el aspirante a la reelección tuviera que enfrentarse a cuatro oponentes. Además de Feenstra, estaban el legislador estatal Jeremy Taylor, el hombre de negocios Steve Reeder y el veterano del Ejército Bret Richards.

“Recibo con verdadera humildad por el apoyo recibido estos últimos 17 meses que hizieron (el triunfo de) esta noche posible y le agradezco al congresista King por sus décadas de servicio público”, dijo Feenstra en una declaración después de que los principales medios lo dieran como ganador.


La competencia entre King y Feenstra no se daba en el valor de las credenciales conservadoras de las que ambos se ufanan, sino en la posibilidad de que Iowa contara con representantes efectivos en el Congreso para oponerse a lo que definen como la agenda liberal de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

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Feenstra tenía más de 400,000 dólares en sus arcas, frente a los menos de 30,000 de King, de acuerdo con los datos de las campañas.

En el Partido Republicano y los antiguos apoyos de King existía el temor de que si King ganaba la primaria y volvía a


La recaudación de fondos de campaña daba una idea del aislamiento en el que había quedado King. Al final de marzo, competir por su cargo en noviembre, los demócratas tendrían más posibilidades de quedarse con ese puesto y ampliar su mayoría en la Cámara Baja.

La estrella de King no solo había venido perdiendo brillo para los dirigentes de su partido, sino también para los electores de su distrito. En 2016 el representante logró la reelección con 22% de diferencia. Dos años después sacó menos de 3 puntos al demócrata J.D. Scholten, quien en noviembre vuelve a buscar el escaño.

En el plano de las simbología, la derrota de King se produce en medio de la mayor ola de protestas contra el racismo que se han vivido en EEUU, a raíz de la muerte de George Floyd a manos de un policía blanco en Minneapolis el 25 de mayo pasado.