¿A qué se exponen los dreamers arrestados por desobediencia civil en las protestas por DACA?
"Por favor levántate. Estás bajo arresto". Son las palabras que escucha Sarahí Aguilera, una joven de apenas 19 años que estudia justicia criminal y aspira a convertirse en abogada.
Aguilera llegó preparada para este momento, tras viajar desde la ciudad de Liberal, Kansas, hasta Washington para unirse a una manifestación a favor de los inmigrantes. Pero cuando finalmente llega el agente a ponerle las esposas, los nervios la traicionaron.
"Yo llegué muy fuerte, pero cuando vi que se acercaban los policías comencé a llorar", asegura la joven mexicana, quien ha vivido en Kansas desde los 6 años y es beneficiaria del programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA). "Me dije a mí misma: ' Wow. Realmente lo estoy haciendo'", agrega.
Aguilera fue una de cerca de 80 personas que fueron arrestadas el pasado lunes por bloquear las calles alrededor del Congreso, en una gran manifestación para pedir protección permanente para los jóvenes indocumentados del país. Unas 900 personas participaron del evento, según cifras dadas por los grupos que la organizaron, entre ellas el Center for Popular Democracy (CPD).
Entre los arrestados, muchos eran ciudadanos o residentes permanentes de Estados Unidos. Pero otros como Aguilera eran jóvenes beneficiarios de DACA.
"Muchas veces los consejeros legales les recomiendan que no tomen ese riesgo si tienen DACA. Pero muchas veces ellos dicen, ‘Entiendo los riesgos y estoy tomando esta decisión’", asegura Hilary Klein, quien maneja los programas de justicia para inmigrantes del CPD. "Creo que es un ejemplo de cómo los dreamers en esta batalla han liderado el camino con su valentía y su dignidad", agregó.
La desobediencia civil siempre ha sido un componente importante de las protestas pacíficas en Estados Unidos, ejemplificado en la decisión de la afroamericana Rosa Parks en 1955 de sentarse en la sección delantera de un autobús de Montgomery, Alabama, para protestar la segregación racial.
Para los beneficiarios de DACA, uno de los temores es manchar su historial criminal, con el que deben presentarse cada dos años para recibir los beneficios del programa.
"Participar en actos no-violentos es una manera poderosa de levantar nuestras voces, pero podría significar que entras en el sistema de justicia criminal. Nuestros compañeros saben que están tomando un riesgo elevado", asegura Klein.
Aún así, el simple hecho de ser detenido por desobediencia civil no conlleva una falta imperdonable a la hora de renovar DACA con el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), según los expertos. El gobierno suele negar los permisos a personas que hayan cometido un delito, un delito menor significativo, o tres o más delitos menores.
"Usualmente (la desobediencia civil) se trata de una simple multa que no se eleva al nivel de un delito menor, aunque USCIS toma bajo consideración cualquier arresto", aseguró en entrevista telefónica la abogada Shiu-Ming Cheer, quien trabaja con el National Immigration Law Center.
Según Cheer, eso significa que un arresto por desobediencia civil no es una "justificación automática" para revocar un permiso de DACA.
Sin embargo, la abogada señaló el caso inusual de Nadia Sol Ireri Unzueta Carrasco, una activista de Chicago que casi pierde su permiso de DACA luego de que el gobierno la denominara una amenaza a la seguridad pública por haber participado en actos de desobediencia civil. (Unzueta Carrasco demandó al gobierno para retar esa decisión y eventualmente le aprobaron su permiso.)
Cheer asegura que lo mejor que pueden hacer los dreamers es buscar la opinión de un experto legal. "Nosotros usualmente alentamos a los beneficiarios de DACA a consultar con un abogado de inmigración antes de todo, a conocer todos los riesgos, en especial si tienen historial criminal o una orden final de deportación. Luego de eso dejamos a su discreción el nivel de riesgo que quieran tomar", dijo.
'Muy poderoso'
Para Aguilera, el arresto sucedió en un instante: de pronto, el agente de policía amarró sus manos con esposas de plástico mientras ella se levantaba del piso de la avenida Independence frente al Capitolio. En una van blanca, fue transportada al centro de procesamiento, donde pagó una multa de 50 dólares antes de poder irse a casa.
La joven de Kansas entiende que ese arresto aparecerá en su historial, pero asegura que no se arrepiente de su decisión. "Espero que envíe un mensaje fuerte a mi comunidad. Puse todo mi futuro en la línea y espero que envíe el mensaje de que tenemos el derecho de levantarnos y expresarnos", afirma.
Para otros beneficiarios de DACA, una opción es participar de las manifestaciones y alejarse cuando comienza la desobediencia civil.
Karen Ibarra, una ciudadana estadounidense que también fue arrestada en la marcha del lunes, viajó al evento desde Arizona para defender a beneficiarios de DACA como su hermana. Fue acompañada durante toda la marcha por compañeros con permisos de DACA.
"Ellos estuvieron durante toda la marcha, pero cuando hicimos el sit-in, ellos tuvieron que alejarse cuando nos dieron los primeros avisos. Ellos no pueden tomar ese riesgo, así que nosotros lo hicimos", dice la joven de 20 años.