Se hacía pasar por alguacil federal, pero su falso “perro policía” lo delató

Durante más de 15 años, un hombre de Maryland fingió ser un agente federal. Engañó a todos por su forma de vestir y el arma que portaba, hasta que cometió un error ante policías reales.

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A simple vista, Antione William Tuckson parecía un alguacil federal legítimo: portaba una placa, una identificación, una pistola, un chaleco antibalas, una camioneta con luces policiales y hasta un perro con atuendo de oficial canino K-9. Pero fue su propia mascota la que lo dejó en evidencia ante policías reales.

Tuckson, de 37 años y vecino de Maryland, engañó a todo mundo durante más de 15 años haciéndose pasar por un miembro del Servicio de los US Marshals, la agencia federal que busca fugitivos, transporta prisioneros y está a cargo del programa de testigos protegidos del Departamento de Justicia (DOJ).

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Este hombre usó esa farsa para conseguir empleo como guardia de seguridad en un restaurante en el condado de Prince George, en Maryland.

Todo se descubrió el 6 de marzo de 2020, cuando Tuckson, acompañado por su perro, intentó detener a dos clientas que no querían pagar la cuenta.

Tuckson las persiguió y llamó a la policía del condado de Prince George.

El falso perro policía de Antione William Tuckson, así como la camioneta y la placa apócrifa que portaba.
El falso perro policía de Antione William Tuckson, así como la camioneta y la placa apócrifa que portaba.
Imagen Departamento de Justicia


"Cuando fue entrevistado por los oficiales que llegaron al lugar, Tuckson mostró su placa falsa y se identificó falsamente como un alguacil federal", dicen documentos judiciales.

El falso alguacil "portaba un arma de fuego, esposas, un taser y otro equipo policial y estaba acompañado por un perro que vestía un chaleco estilo policía", dijeron los fiscales.

Fue una manera de justificar “su posesión ilegal de un arma de fuego”, una pistola calibre 9 mm, señala la acusación.

Pero los uniformados comenzaron a sospechar cuando se dieron cuenta de que Tuckson había dejado a su “perro policía” en el restaurante.

Los oficiales K-9 permanecen siempre al lado de su agente asignado. Son prácticamente sus dueños, porque viven con ellos y los conservan al retirarse del servicio policial.


Cuando los policías de Prince George cuestionaron su posición en el Servicio de Alguaciles, este le pidió a su cómplice, Nijea Nicole Rich, quien se hacía pasar como supervisora de los US Marshals, que lo ayudara.

Rich, de 40 años, llegó al lugar donde tenían detenido a Tuckson. Vestía “pantalones tácticos de color café, estaba armada con una pistola y llevaba dos juegos de esposas, una radio y lo que parecía ser un bastón extensible”.

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“¿Detuvieron a un alguacil federal?”, preguntó ella a los policías y les dijo que el perro que tenía Tuckson era su animal de apoyo emocional y era un oficial K-9.

Cuando la División de Servicios para Animales del condado de Prince George tomó la custodia del animal y se lo llevaron en una camioneta, Rich se identificó como alguacil y convenció a un empleado para que le dieran al perro. Ella llegó al refugio para animales en un auto sedán que parecía patrulla sin insignias y portaba un chaleco táctico, según la acusación.

El Servicio de Alguaciles buscó los nombres de Tuckson y Rich en su base de datos y no los encontró.

Ambos fueron arrestados el viernes pasado y se realizó un registro policial en la casa de Tuckson, donde encontraron armas de fuego, incluido un rifle de asalto y una escopeta.

Si son declarados culpables enfrentarían una sentencia máxima de tres años de prisión.

Tuckson, quien ha cumplido varias condenas por delitos graves, también enfrenta un castigo de h asta 10 años de cárcel por ser un convicto en posesión de un arma de fuego.

Un juez le negó la fianza a Tuckson y le permitió a Rich salir libre bajo supervisión.