La jueza Ginsburg retoma el trabajo mientras se recupera de cirugía en la que le fue removido un cáncer

La magistrada de la Corte Suprema Ruth Bader Ginsburg, de 85 años, ha retomado sus labores mientras continúa en el hospital recuperándose de una cirugía para removerle dos nódulos cancerosos de su pulmón izquerdo.

Kathy Arberg, vocera del máximo tribunal, informó que Ginsburg permanecía en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York este domingo.

Aún no se han dado a conocer los detalles del día en que será dada de alta y regresará a su casa.

Un portavoz de la Corte indicó el pasado viernes que no hay evidencia de que haya rastros de cáncer en otras partes del cuerpo de la magistrada de 85 años.

Hace unas semanas la jueza también fue noticia por sufrir una caída que terminó fracturándole varias costillas.

Aunque según los médicos que la trataron su pronóstico es positivo, Ginsburg fue sometida a una operación de cáncer de cólon en 1999 y 10 años después fue tratada por un cáncer de páncreas.

La Corte Suprema retomará sus labores el próximo 7 de enero. A pesar de sus problemas de salud, la jueza Ginsburg nunca se ha perdido un debate.

Por qué preocupa tanto su salud

Nombrada por el presidente Bill Clinton en 1993, Ginsburg rechazó las sugerencias de algunos liberales en torno a que debía renunciar durante los primeros años del segundo mandato del presidente Barack Obama, cuando los demócratas también controlaban el Senado y probablemente hubieran confirmado a su sucesor.

Tales pedidos se hicieron observando sus posibles problemas de salud y su avanzada edad para evitar tener que afrontar una salida de la jueza liberal de mayor jerarquía en la Suprema Corte durante un gobierno republicano, como es el caso ahora.

Ella es una de los cuatro liberales en el Tribunal compuesto por nueve miembros. Desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, el presidnete ha tenido la oportunidad de nombrar a dos jueces, Neil Gorsuch y Brett Kavannaugh, inclinando el equilibrio del Máximo Tribunal hacia los conservadores.

Por ello la salud de Ginsburg preocupa a los liberales. Si ella debe jubilarse por razones de salud, Trump obtendría una tercera oportunidad de nombrar un magistrado, lo que podría generar una Corte de fuerte ideología conservadora por toda una generación.