Jóvenes mexicanos crean la primera biblioteca de arte de su país

Al final de la calle Venecia, en el distrito Juárez de la Ciudad de México, se encuentra un edificio pequeño y lleno de libros, de arte, y de gente.

La biblioteca artística Aeromoto, ubicada en el barrio de Juárez, ha existido aquí por más de un año yse ha convertido en un espacio comunal para una comunidad de artistas y alumnos quien vienen a este lugar para leer y conversar. Los cuartos están llenos de libros sobre arte contemporáneo, los que ya casi llegan a los 2,200 volúmenes. Es un pequeño milagro para un lugar que se inició hace tan poco tiempo por cuatro amigos, quienes empezaron solamente con sus colecciones personales. Ya casi 350 usuarios regulares entran a la biblioteca cada mes, un número inesperado según una de las fundadoras, Macarena Hernández.

“Empezamos porque, por una parte, simplemente queríamos compartir nuestras publicaciones y nuestros libros”, dice Hernández. “Y, por otra parte, para fomentar una cultura de estudio, de conversaciones, del pensamiento crítico [en la ciudad]”.

Esto les parece especialmente importante, debido a las estadísticas de lectura en el país. Aunque los mexicanos leen unos 5.3 libros al año según una encuesta nacional de 2015, leer es la quinta actividad preferida para pasar el tiempo, despues de ver televisión y practicar deportes. En casi una tercera parte de las casas en el país, hay cinco o menos libros. Adicionalmente, en el examen internacional de PISA en 2012, estudiantes mexicanos quedaron en el número 52 de 65 países en el área de lectura.

Estos son los datos que motivan a Aeromoto, especialmente porque, dice Hernández, la inacción del gobierno sobre temas de arte y cultura ha dejado un hoyo en el tejido social que las organizaciones privadas tienen que llenar.

“Como hay falta de apoyo por el gobierno, la gente que trabaja en la cultura tenemos que encontrar nuestras propias herramientas y recursos” dice ella. dice ella.

Los cuatro organizadores tienen trabajos paralelos a Aeromoto, siempre en el mundo de arte y cultura. Este emprendimiento requiere mucho esfuerzo de parte de ellos, pero funcionan sin fines de lucro y todos los servicios se entregan gratis a la comunidad. Ellos mismos pagan la renta del lugar, pero han empezado una campaña en Kickstarter para ayudar con los costos. Puedes ver el video abajo: