Estos pequeños pueblos están sufriendo por el boom de Bitcoin

Para el tiempo en que Tim Currier, el alcalde de Massena, Nueva York, se enteró de que los ‘mineros’ de bitcoin habían iniciado operaciones en su pueblo pequeño, ya era demasiado tarde para frenarlos.
Massena es un pueblo fronterizo de unas 10,000 personas que queda al lado del río St. Lawrence, el cual provee a los residentes del área una abundante cantidad de energía hidroeléctrica que es tanto asequible como fiable. La energía barata también atrajo a Coinmint, un servicio minero de Bitcoins –es decir, que proveen el lucrativo servicio de verificación de esta moneda virtual– y operan en la nube. En enero 2018 la empresa se estableció ilegalmente en un edificio vacante en un parque industrial y entonces conectó una flota de computadoras. Necesitaban la red eléctrica de Massena —cuyas tarifas están entre el 10% más bajas del país— para alimentar al proceso computacional de enorme consumo eléctrico que se usa para crear bitcoin, la popular criptomoneda.
Según algunos cálculos, tan sólo una transacción de bitcoin devora 215 kilovatios-hora de electricidad, lo cual es suficiente para darle energía a una casa durante una semana. Para operar sus computadoras que realizan los cálculos, los mineros de bitcoins ha acudido en masa a sitios alrededor del mundo que ostentan de energía barata: lugares como Islandia, un país con una pequeña población pero enormes reservas energéticas geotérmicas. En Norteamérica, la industria de la criptomoneda se ha establecido en el este del estado de Washington y en las lejanas zonas norteñas del estado de Nueva York, ya que ambas tienen tarifas bajas de electricidad debido a unos centrales eléctricos cercanos.
Cuando Currier se enteró de la presencia local de Coinmint, envió inspectores para asegurar que la operación cumpliera con los códigos básicos de ocupación y coordinó un arrendamiento pagado del edificio. Pero eso fue todo lo que puedo hacer: el ambiente regulatorio del pueblo no había evolucionado para abordar las exigencias peculiares de los mineros de bitcoin.
Es una historia parecida en la ciudad de Plattsburgh, Nueva York, la cual recientemente se convirtió en la primera ciudad en EEUU en imponer un moratorio en la minería de bitcoins —al menos durante 18 meses— a medida que la ciudad desarrolla regulaciones más estrictas y mejor informadas. La pausa de Plattsburgh con respecto a la nueva minería de bitcoins fue aprobada unánimemente, según reportó el sitio Motherboard, después de que se dispararon las tarifas de electricidad de los consumidores de la ciudad. La New York Power Authority (Autoridad Energética de Nueva York) calculó que las facturas mensuales para el cliente residencial promedio en Plattsburgh aumentaron en casi 10 dólares en enero: algunos de los clientes más afectados pagaron entre 100 y 200 dólares más. Sólo entre enero y febrero, los mineros usaron aproximadamente un 10% del presupuesto energético total de la ciudad, el cual es de 104 megavatios al mes.
Dado que temen un agotamiento energético parecido, otras ciudades adonde han llegado los entusiastas de criptomonedas rápidamente están preparando sus propias regulaciones improvisadas al respecto. Después de que el pueblo East Wenatchee en Washington fue descrito en la revista Politico como un ‘bitcoin boomtown’ o ciudad en donde florece bitcoin, Lori Barnett —directora de desarrollo comunitario de la ciudad— propuso controles provisionales de zonificación en cuanto a la minería de criptomonedas. En este pueblo, las empresas ‘mineras’ pequeñas habían estado causando incendios de líneas eléctricas y escaseces de electricidad con sus equipos mineros caseros.
Para combatir esto (y por ahora, dejar la puerta abierta para operaciones más institucionalizadas), la propuesta requiere que la minería de criptomonedas se prohíba en las unidades residenciales, pero no en espacios comercialmente zonificados. Barrett también está proponiendo “una prohibición total en el uso de contenedores de cargo, vagones de tren y tráileres de camiones semirremolques” por razones estéticas. El concejo municipal de East Wenatchee votará sobre los próximos pasos el martes que viene. En el cercano condado de Chelan, la junta administrativa del Distrito de Servicios Públicos ha ya votado a favor de dejar de evaluar las solicitudes para nuevas operaciones de minería de bitcoin.
Los estados han empezado a intervenir para apoyar a los esfuerzos de las ciudades. El 15 de marzo, la New York Public Service Commission (Comisión de Servicios Públicos de Nueva York) falló que las “autoridades municipales energéticas del norte del estado podían cobrar tarifas de electricidad más altas a las empresas de criptomonedas que requieren cantidades enormes de electricidad para hacer negocios”. Como no tiene la autoridad de prohibir esta criptominería totalmente, la Comisión está tratando de al menos mitigar los peores efectos económicos del agotamiento energético en las comunidades.
Pero los criptomineros siguen llegando. Para redactar su propio plan regulatorio, Currier organizó una reunión entre el departamento eléctrico de Massena (el cual pertenece al municipio), los departamentos de desarrollo económico del condado y de la ciudad, funcionarios de la Autoridad Energética de Nueva York y el gobierno del pueblo. “Queremos asegurar que podamos usarlo para crear empleos y para estimular al crecimiento aquí, y queremos asegurar que no se use de manera en que no cumpla con eso”, dijo.’
A medida que se discuten regulaciones preventivas y proactivas, a estas ciudades les toca la tarea de equilibrar el agotamiento de recursos con la esperanza igualmente real de que un boom con bitcoins pudiera levantar la economía local. Massena ha estado perdiendo empleos y población durante muchos años: sólo queda a 80 millas de distancia de Plattsburgh pero está “en otro lugar” comparado con la ciudad más grande, dijo Currier. La fábrica de General Motors del pueblo cerró en 2011 y el cercano fundidor de Alcoa ha anunciado que también se irá del pueblo en marzo 2019. “En realidad la economía [de Plattsburgh] está floreciente”, dijo. “Estamos enfrentando algunos retos aquí”.
Entonces si bien lo que hicieron los mineros de Coinmint inicialmente (ocupar una propiedad vacante ilegalmente sin certificado de ocupación y cosechar electricidad) era ilegal, hablando estrictamente, Currier no quería llevarlos ante los tribunales. “No estamos tratando de cerrar negocios”, dijo.
Después de una negociación, Massera accedió en arrendar el espacio a Coinmint para que éste pudiera operar 16,000 computadoras de bitcoin. Éstas andarán las 24 horas del día, 7 días a la semana. Procesarán transacciones de criptomonedas de bitcoins, dash y ethereum en servidores extendidos a lo largo de seis edificios.
El 30 de enero, Coinmint pidió la aprobación de la junta directiva de la Autoridad Energética de Nueva York y del consejo directivo de la Corporación del Canal Estatal de Nueva York para recibir durante los próximos siete años unos 15,000 kilovatios de los 490 megavatios que la Autoridad les da a los condados Franklin, Jefferson y St. Lawrence de Nueva York. A cambio de recibir estos kilovatios, Coinmint prometió invertir un mínimo de 165 millones de dólares y traer unos 150 empleos al área, los cuales incluyen personal de seguridad, técnicos informáticos, electricistas, instaladores y personal operativo. Pero no se les concedió esa aprobación. En cambio, la Autoridad pospuso la toma de acción hasta marzo de este año, cuando se hizo vigente el moratorio sobre ofrecer electricidad barata a cambio de empleos.
Por el bien del futuro de Massena, Currier no quiere desalentar a la industria de bitcoin completamente. Ya las regulaciones más estrictas sobre mineros de criptomonedas han sido culpadas por impedir al crecimiento económico local: después de que se hizo vigente el moratorio de la Autoridad Energética a nivel estatal, Blockchain Industries —una operación de minar bitcoins— se retiró de una inversión en construir una planta en Massena. Blockchain Industries aseveró que su proyecto hubiera producido aproximadamente $600 millones y 500 empleos.
Pero se disputa la idea de que la minería de bitcoins genera este tipo de actividad económica en las comunidades en donde se basan sus operaciones. Las computadoras pueden realizar sus actividades sin mucho esfuerzo de parte de los operadores. Actualmente la operación de Coinmint de Plattsburgh emplea a seis personas y sólo crecerá para emplear unos 15, según las proyecciones (“contratan a un guardia de seguridad”, dijo el alcalde Read de Plattsburgh al New York Times. “Y un tipo que viene cuando algo se rompe”), La oferta que Coinmint le está haciendo al pueblo de Massena promete 75 empleos creados en 2018 y unos 75 más agregados en 2019. Eso es “debajo del promedio histórico” de 30.5 nuevos empleos por cada megavatio usado, según indica la propuesta. Pero en una economía local estancada, las autoridades dicen que es mejor que nada.
Mientras tanto, el alcalde planea observar cercanamente los beneficios prácticos que esta nueva y rara industria trae al pueblo, y también asegurar que la energía asequible de Massena se mantenga así para los usuarios locales.
“Mi preocupación es la cantidad de empleos que crea la criptomoneda y los recursos que toma para tenerlos aquí”, dijo Currier. “Y si todas esas cosas no se cuadran, por así decirlo, entonces tenemos que implementar medidas para proteger a nuestros bienes”.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.