Por qué para tratar el cáncer cervical es mejor la cirugía convencional que la menos invasiva

Muchos pacientes suelen creer que los procedimientos menos invasivos son los más convenientes a la hora de hacerse cualquier cirugía, pero este no es el caso cuando se habla de la necesidad de remover el útero ante un cáncer cervical (también conocido como cáncer de cuello uterino).
Esa fue la conclusión a la que llegó un estudio conducido por el doctor Pedro Ramírez, profesor y director de investigación y educación en el Departamento de Oncología Ginecológica en MD Anderson, que encontró que la histerectomía radical mínimamente invasiva, para mujeres con cáncer cervical en etapa temprana, se asocia con mayores tasas de recurrencia y una peor supervivencia.
De las 631 pacientes con cáncer de cuello uterino en etapa inicial tratadas en 33 centros médicos de todo el mundo estudiadas, aquellas que se sometieron a la técnica menos invasiva tuvieron tres veces más probabilidades de recurrencia en los próximos 4 años que aquellas que se hicieron una histerectomía radical mediante la cirugía abierta.
El hallazgo es significativo sobre todo para las hispanas que tienen la incidencia más alta de este tipo de cáncer que las blancas no hispanas en EEUU.
El cáncer de cuello cervical es en gran parte prevenible mediante la vacuna del VPH que es hasta 90% efectiva y mediante pruebas de despistaje como el Papanicolau que puede encontrar células precancerosas antes de que se conviertan en cánceres. Pero las hispanas son menos propensas a realizarse estas pruebas o a ponerse la vacuna.
Someterse a pruebas de rutina es muy importante ya que en sus primeros estadios el cáncer cervical no presenta síntomas.
Del ginecólogo al oncólogo
Una vez que se detecta la presencia de cáncer, el curso de acción viene determinado por la fase del cáncer y las condiciones de cada paciente. Pero en este punto, lo más recomendable es que la mujer no se limite a la opinión de su ginecólogo y vaya a un especialista oncólogo, recalca a Univision Noticias el doctor Ramírez.
Si es un joven y desea preservar su fertilidad, podría ser candidata a una traquilectomia, donde se remueve el cuello y el tejido con cáncer, pero se deja el útero. Si esa no es una opción y toca hacer una histerectomía radical, lo mejor es someterse a la cirugía abierta y no por laparoscopia.
Avances en el postoperatorio
¿Y la recuperación? ¿Será más larga o complicada? No necesariamente ya que muchos hospitales ofrecen un programa especial de recuperación llamado Enhaced Recovery en el que distintos protocolos pre y postoperatorios hacen que este proceso sea mucho más cómodo y rápido.
“Antes si te sometías a una histerectomía radical abierta debías permanecer en el hospital durante 5 a 7 días y guardar de 6- 8 semanas de reposo. Con este protocolo, si todo sale bien te vas a casa al día siguiente y puedes retomar tu vida normal de 10 a 12 días después”, explica Ramírez.
Por tanto, la segunda pregunta al médico después de indagar en qué tipo de histerectomía radical realizará, debe ser si en ese hospital se sigue el Enhanced Surgical Recovery Program (ESRP)
¿Y si ya tuve una histerectomía no invasiva?
Los resultados del estudio pueden alarmar a aquellas pacientes que ya se sometieron al procedimiento menos invasivo. Hace cuánto fue la operación es un dato importante que debe tomarse en cuenta según el doctor Ramírez.
“Hallamos que los pacientes mostraron recurrencia al cabo de dos años después de la cirugía. Por eso, si se operó hace más de ese tiempo simplemente debe seguir su seguimiento de rutina.
“Si fue hace menos de 8 meses recomendamos una tomografía cada seis meses para evaluar la zona y detectar si hay alguna recurrencia en los primeros dos años”, comenta Ramírez.