El gobernador Greg Abbott decretó el 13 de marzo el estado de emergencia de Texas debido a la pandemia del coronavirus, que hasta el momento ha sumado más de 16,000 casos positivos y al menos 393 muertes en todo el estado.
¿Por qué el fondo para desastres de Texas no cubre la emergencia del coronavirus?
La legislación texana prevé el uso de recursos estatales para atender a la población durante una catástrofe, pero no una pandemia.

La orden de desastre implica que el estado podría echar mano de recursos extraordinarios para atender a la población durante una catástrofe natural, como un huracán, un incendio o una inundación, pero no contempla una emergencia sanitaria como la del COVID-19.
La legislación contempla quitar impuestos a material y equipo de atención y rescate, pero al no especificar el equipo necesario para atender una emergencia médica, muchos de los productos que requieren médicos y personal sanitario no están incluidos.
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El fondo de desastre indica que los texanos podrán comprar equipo de rescate sin impuestos entre el 25 y 27 de abril. Pero la lista que detalla la legislación incluye generadores de energía, baterías o enfriadores. Los cubrebocas, mascarillas y material de desinfección no cumplen los requisitos de acuerdo con la ley, según detalló el gobierno texano el pasado martes.
La ley tampoco contempla ayudas a quienes sean afectados económicamente por la pandemia. La legislación condona impuestos entre el 15% y hasta el 100% a los propietarios cuyos bienes hayan sido dañados durante un huracán, una inundación o un incendio. No es así si el daño es solamente económico.
Daño histórico, pero no físico
Esta semana, el fiscal general Ken Paxton aclaró que la legislación texana para los fondos destinados a desastres solamente es aplicable a los edificios que han sido dañados por un desastre natural.
Si el daño es solamente económico, sin tocar la propiedad, los texanos no pueden recurrir a esta ayuda.
“Si la legislación hubiese deseado atender las pérdidas económicas o la disminución de la plusvalía de una propiedad por factores más allá del daño físico, habría usado un lenguaje distinto para especificar esas pérdidas”, afirma Paxton en una opinión escrita que difundió esta semana, en respuesta al senador estatal Paul Bettencourt.
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Bettencourt, republicano por el distrito 7 (Houston), argumentó que el histórico daño económico de la pandemia podría justificar el uso de estos recursos previstos en la legislación texana.
Tras la respuesta del fiscal, el senador comentó al Texas Tribune que no le sorprendía puesto que la ley está escrita en consideración solamente del daño físico provocado por un fenómeno natural.
En Texas, más de medio millón de personas solicitaron ayuda por desempleo solamente en marzo debido al paro económico causado por el COVID-19. El estado superó la cifra registrada en todo 2019 en solo un mes.















